Podía haber despachado una carrera tranquila, sin despeinarse, con la calculadora en la mano porque le bastaba un quinto puesto, pero entonces no sería Lewis Hamilton. El inglés no entiende de esas cuestiones, el chico negro de 32 años que aún recuerda cómo tuvo que ir a clases de karate para defenderse en el colegio quería rubricar su cuarto título mundial con una victoria en México, en lo alto del podio del Foro Sol. Por eso intentó adelantar a Sebastian Vettel en la primera curva. Y el alemán respondió como suele bajo presión: chocando. Los dos acabaron la carrera fuera del podio. Esa maniobra explica por qué para muchos Hamilton es mejor piloto que Vettel aunque los dos sumen cuatro títulos, los mismos que Alain Prost, solo por detrás de los cinco de Juan Manuel Fangio y los siete de Michael Schumacher.

Hamilton certificó de forma matemática su cuarta corona en una temporada en la que no ha tenido un coche tan superior como en años anteriores. Quizá el Ferrari haya sido más competitivo en más circuitos que el Mercedes a lo largo de este 2017, pero Vettel se dejó buena parte de sus opciones en sus accidentadas salidas, como esta de México, como en Singapur, donde tiró a la basura 25 puntos al chocar contra Verstappen. «Quiero dar la gracias a Dios, al equipo y a mi familia», agradeció Hamilton al bajarse del coche, antes de abrazarse a su madre y a su fisio, las dos mujeres más importantes de su vida en este momento.

Vettel arrancó el gran premio bajo presión. Podía decir adiós al título y sabía que esta temporada solo había convertido en victoria una de las tres poles logradas hasta México. Y el guión se cumplió. Los 850 metros hasta la primera curva iniciaron la batalla. Verstappen ya estaba a la altura de Vettel y Hamilton no se lo pensó y se colocó también junto al holandés en la frenada del primer giro. Verstappen adelantó a Vettel en la primera curva, y Hamilton aprovechó para adelantar al alemán en la segunda. Pero Vettel, fuera de si, golpeó a Verstappen primero, y a Hamilton después. Y lo hizo de la misma forma en ambos casos: con su alerón delantero contra el tren trasero de sus rivales, cuando en ambos casos ya estaba más que superado.

El holandés salió indemne del trastazo para situarse en el liderato, pero el inglés vio como pinchaba su Mercedes. Vettel y Hamilton entraron en box en la primera vuelta, el alemán para cambiar el morro; el inglés a causa del pinchazo.

ENFADO DE LAUDA / Es la tercera ocasión del año en la que Vettel y Verstappen se tocan en la salida este año, la última en Singapur, cuando ambos acabaron fuera de carrera y Vettel dijo adiós a sus opciones al título. El alemán volvió a demostrar en México que gestiona mal este tipo de situaciones. «No se entiende lo que hace», le criticó Niki Lauda, Era su última ocasión para evitar el título de Hamilton, y lo tiró toda por la borda. «¿Me ha golpeado deliberadamente?», preguntó Hamilton por radio, mientras rodaba en la última posición.

Vettel no tuvo que rodar pinchado como Hamilton y volvió a pista en el puesto 16. Remontó hasta la cuarta posición, mientras el inglés lo hacía hasta la novena: suficiente. «Nunca me he rendido en esta carrera, nunca me rindo», dijo emocionado el único piloto que ha sumado puntos en todas las carreras de esta temporada y que en las últimas vueltas batalló con Fernando Alonso. «Lástima no tener otro motor para no perder tanto en las rectas», lamentó el asturiano. El año que viene disfrutará del mismo propulsor Renault que empujo a Verstappen al triunfo.