El Villarreal B espera iniciar con buen pie mañana ante el líder del grupo III de Segunda B, el Mallorca, una serie de cuatro partidos ante rivales directos por el ascenso (seguirán Mestalla, Lleida y Elche) de las que dependerá que «podamos pelear por el campeonato», señala el míster del filial amarillo, Miguel Álvarez, que elogia la trayectoria de un equipo que ha sabido sobreponerse a las ausencias que se han ido interponiendo en el camino, «como las de Leo Suárez, Ramiro Guerra o Raba», este último ya con el primer equipo.

El conjunto groguet aspira a recortar mañana tres de los ocho puntos que actualmente le separan de la primera plaza del grupo, la que deja el ascenso a Segunda A a una sola eliminatoria de play-off de distancia. «El del Mallorca es uno de esos partidos que te hacen crecer, una cita bonita e ilusionante para los jugadores», sostiene Álvarez, para quien la clave del cara a cara entre los dos primeros clasificados estará «en el acierto». «Tendremos enfrente a un gran equipo, con jugadores de superior categoría y al que es muy complicado hacerle un gol», dice el técnico del filial.

Precisamente, ese acierto es el que penalizó a los amarillos en el choque de la primera vuelta. «Allí solo nos faltó finalizar», recuerda Miguel Álvarez sobre el encuentro en el que debutó con la primera de las únicas tres derrotas que el Villarreal B suma en los 20 partidos con el jiennense al mando del banquillo.