El CD Castellón vuelve a estar a 90 minutos de regresar a Segunda A, a fuerza de provocar un infarto mayoritario. Los albinegros doblegaron a una Peña Deportiva heroica, que jugó con 10 desde el minuto 43 y con nueve desde el 80, gracias a un gol de David Cubillas en el minuto 111. El domingo espera el Cornellà, cuarto de su mismo grupo, pero que no ha perdido en todo el 2020, desde que, curiosamente, cayera por 3-1 en Castalia, justo antes de Navidades. El único que ha ganado sus dos encuentros y que no ha jugado prórrogas.

Nadie dijo que fuera fácil. Ni siquiera con tantas cosas a favor. Tener delante a la cenicienta de estos play-off exprés, que además jugó casi hora y media en inferioridad numérica, pero el Castellón sigue con vida. Otra vez a la vuelta de un partido para subir a Segunda A. Solamente falta conocer la hora y el lugar para volver a poner el cronómetro en marcha. Noventa minutos, 89, 88, 87...

La ejemplar y modélica Peña Deportiva, de entrada, expuso sus atributos, con unos muy bulliciosos 10 minutos en los que, a lomos de su 10 , Pipo Ramos, merodeó los dominios de Álvaro Campos, aunque no pasó más allá de un par de saques de esquina.

En esas, los albinegros amarraron la pelota y desplegaron su fútbol. Óscar Cano, de nuevo con dos carrileros (Íñigo Muñoz por Víctor García, en el único retoque respecto al sábado), ampliaban el campo y abrían vías de agua en ambos costados de los ibicencos.

El Castellón alternó sus ataques, ora por la diestra, ora por la siniestra, surtiendo de balones a César Díaz y a Juanto Ortuño, que si bien no dispusieron de ocasiones claras con mayúsculas, sí mantenían en alerta a los baleares. Con todo, cuando más cerca estuvo el Castellón de romper el equilibrio inicial en el marcador (porque, en el juego, salvo los 10 primeros minutos, fueron totalmente suyos), fue cuando Joseba Muguruza burló la vigilancia pero centró con demasiada fuerza para que el exdelantero del Córdoba no llegase a conectar el remate, con Marc García fuera del marco.

SUPERIORIDAD NUMÉRICA // Si el partido tenía un aspecto interesante para los orelluts , más aún al filo del descanso, cuando Cristian Cruz, el lateral izquierdo que venía de perderse la primera eliminatoria contra el Marbella al arrastrar una sanción de la última jornada de la fase regular, vio la segunda amarilla, ambas bastante discutidbles. Los albinegros, de nuevo 11 contra 10, esta vez mucho más tiempo que frente al Logroñés.

El árbitro, riguroso en la segunda amarilla para el defensa pitiuso, anulaba, a instancias de su auxiliar, no concedió el gol a César Díaz, ligeramente adelantado cuando cazó el rechace del portero de la Peña Deportiva, en el fulgurante arranque de la segunda parte, con otras dos ocasiones muy claras del albaceteño. Eneko Satrústegui aumentaba la sensación de agobio a la Peña Deportiva, cerca de caer a la lona ante el aluvión de golpes de su oponente.

A ‘PATIR’! // Los ibicencos resistían ante el incesante acoso del Castellón. Parecía un imposible que la Peña pudiera resistir toda la segunda parte así (menos todavía la prórroga), pero los minutos iban cayendo y el asedio no se traducía en ningún gol. Más que el rival, que apenas si pasaba de medio campo, el principal enemigo era no caer en la desesperación.

Óscar Cano refrescó a los suyos con Alfredo Gutiérrez, Raúl Alcaina y Víctor García por Íñigo Muñoz, Juanto Ortuño y Rafa Gálvez. Jorge Fernández, después de la pausa de hidratación, probó al portero, tras muchos minutos de un cierto reposo.

Los albinegros iban sumando condiciones favorables. Marc del Val, también sancionado contra el Marbella, recibía la roja directa por una acción que puede ser que no fuera merecedora del descomunal castigo, pero lo cierto es que, paradójicamente, el modesto (y heroico) conjunto de Santa Eulalía del Río resistió e, incluso, se atrevió con varios acercamientos ante el espectador Álvaro Campos. Increíble pero cierto: once contra nueve... y el partido se iba de nuevo al tiempo extra.

Con David Cubillas y Javi Serra por César Díaz y Muguruza en otras dos sustituciones llamativas, lo peor es que al Castellón, exasperante, le atenazó la situación tan, tan favorable. En la primera parte de la prórroga, Alcaina se topó dos veces con Marc García, que no sabe cómo se las sacó. Ya solo quedaban 15 minutos para recurrir de nuevo a los penaltis.

Nadie podía resolverlo. ¿Nadie? Cubi encontró la llave para, en el minuto 111, cabecear un centro de Víctor García, asistente ya el sábado sobre Adrián Lapeña. Habrá servido tanto sufrimiento, si, pasado mañana, el Castellón es otra vez equipo de Segunda A. Todo habrá valido la pena. H