Marc Mateu centra y David Cubillas remata de cabeza al fondo de la portería. Esa fue la fórmula que le permitió al CD Castellón abrir la lata y encaminar la victoria del pasado domingo contra el Sporting de Gijón (2-0). Una combinación que ya se había repetido en la primera jornada de LaLiga en Segunda y que dio los primeros tres puntos al conjunto albinegro en la temporada 2020/21. El extremo valenciano y el delantero castellonense, quienes coincidieron en sus inicios en el Villarreal C y pasaron juntos al primer filial amarillo en la temporada 2014/15, mantienen una buena relación desde entonces y se entienden a la perfección cuando comparten minutos en el terreno de juego.

«Cuando veo que el balón le llega a Marc y carga la zurda, corro al centro del área para colocarme en mi sitio porque sé perfectamente dónde va a poner el balón. Es un gran jugador, con una gran zurda y un buen golpeo. Esa es una de sus muchas virtudes y es muy importante para nosotros tenerlo en el equipo», confiesa Cubillas.

Aunque habían pasado seis años desde la última vez que compartieron vestuario, Cubillas y Mateu nunca han perdido el contacto. Primero porque se han enfrentado en numerosas ocasiones; segundo porque cumplen años con tres días de diferencia (el extremo nació el 16 de junio de 1990 y el castellonense el 19 del mismo mes y el mismo año) y siempre se han felicitado; y tercero, porque curiosamente sus respectivas parejas son de Lleida y amigas desde la infancia, circunstancia que ha unido aún más si cabe a los dos futbolistas albinegros en el presente curso. De hecho, hasta que las restricciones lo permitían, se podía ver a las dos parejas compartir momentos más allá de los puramente deportivos.

«Cuando coincidimos en el Villarreal, él vivía en València como yo y estuvimos viniendo juntos unos meses en el mismo coche. Teníamos una relación muy cercana que no hemos perdido nunca. De hecho, cuando me llamaron del Castellón les pregunté a él y a Regalón, y me ayudaron a decidirme», desvela Marc Mateu, quien ve a su compañero «más experimentado, con un mejor físico y más maduro». «Está mucho mejor en todos los aspectos aunque los dos tenemos cara de más viejos», bromea el extremo.

En los últimos años, el futbolista valenciano fue dando pasos al frente hasta llegar a Segunda División, donde se asentó con el Numancia. La experiencia adquirida en ese periodo es la que ahora comparte con compañeros como Cubillas, para los que haber llegado al fútbol profesional es «un regalo». «Marc lleva tiempo en esta categoría, jugando muchos minutos y nos traslada esa experiencia a la hora de intentar controlar el tempo del partido, de la exigencia de la Segunda, de los árbitros... y todo eso nos ayuda a los demás para intentar conseguir el objetivo de conseguir la permanencia», apostilla Cubillas.

Sin lugar a dudas, la combinación Cubillas-Mateu que fue clave en la última jornada dio tres puntos «de oro», coinciden en señalar los dos jugadores del Castellón, quienes esperan que se puedan repetir más veces en la segunda vuelta de LaLiga que acaba de empezar. «Fuera del campo con él soy una bellísima persona, pero cuando jugamos no somos tan amigos porque sabemos que hay que apretar», concluye Mateu.