Una lesión le ha abierto las puertas de la NBA a Chinanu Onuaku,un joven norteamericano (20 años), de ascendencia nigeriana. Y ha abierto la puerta a lo grande. Sus dos primeros tiros en la NBA con los Houston Rockets fueron desde la línea de personal. Dos tiros libres, dos puntos, dos cucharas. O sea, Onuaku, un pívot salido de la Universidad de Louisville, recuperó una antigua manera de lanzar con el balón viajando desde abajo a arriba en busca de la canasta. Y no como es habitual ahora. De arriba a abajo. Ganó Houston con facilidad a los Suns de Phoenix (131-115), pero esa cuchara de Onuaku, que anotó seis puntos en los ocho minutos que jugó, será muy recordada en otra gran noche de James Harden: 32 puntos, 12 asistencias, 5 rebotes.

Ante la sorpresa de sus compañeros, Onuaku pasará a la historia por ese lanzamiento a cuchara o como le llaman en Estados Unidos el tiro de la abuela (granny shot). No son sorprendentes estos tiros ya que el pívot ya utilizó esta técnica en el lanzamiento con la selección estadounidense sub-19, así como en Louisville.

No era un buen tirador desde esa zona Onuaku, promediando un 46,7 % en su primer año de universitario hasta que Rick Patino le enseñó vídeos de Rick Barry, una de las leyendas de los Warriors, integrante del Salón de la FAMA, quien promedió un 89,3% de acierto en su carrera. En su segundo año en Louisville, aumentó su eficacia hasta el 58,9 %.

Hay ilustres predecesores como Korac, el jugador serbio que dio nombre a la Copa Korac, y el pívot español Alfonso Martínez, un legendario jugador de los 50, 60 y 70. Todos usaban el tiro de la cúchara, al igual que Canyon Barry, hijo de Rick, que juega en el Florida Gators de la NCAA. El joven, de 22 años, promedia 85,7% de acierto en los tiros libres.