Un año se cumplió ayer de la inacabada racha del Barça sin perder en la Liga. Un año con 39 partidos (32 victorias y 7 empates) que han colocado al equipo echando cuentas sobre cuándo se proclamará campeón. Quedan 18 puntos en juego (6 jornadas) y tiene 11 de ventaja. Necesita siete: los tres primeros entran en juego mañana mismo en Vigo con la visita al Celta (21.00 horas).

Tendrá que esperar el Barça para ser campeón de Liga por mucho que gane en Balaídos. Aunque el Atlético pinche en sus dos partidos (ante la Real Sociedad y el Betis) porque matemáticamente podría alcanzarle el Madrid. Pero la posibilidad del doblete sí que se dirime esta semana. El sábado viajará a Madrid para disputar la final de la Copa del Rey (la cuarta consecutiva) con el Sevilla, al que acomplejó hace un par de semanas con una reacción en los últimos minutos para arañar un empate y salvar la racha.

SIETE DE DIEZ // El segundo título español cobra importancia tras el batacazo de la Champions para elevar la nota de la temporada. Sería el octavo doblete de la historia azulgrana y el tercero en los últimos cuatro años. El Athletic tiene cinco y el Madrid, cuatro.

A falta de consuelo en Europa, donde el equipo se ha mostrado incapaz de superar el listón de los cuartos de final, el Barça ha impuesto su dominio en España. La Liga que anda acariciando hace meses y tiene «prisa» por disfrutar, en palabras de Valverde, sería la séptima de los últimos 10 años. La última se escapó pese al brioso esprint del once de Luis Enrique, iniciador de la actual racha el 15 de abril del 2017 con un 3-2 sobre la Real Sociedad (goles de Messi (2) y Alcácer). «Ahora parece que no tiene mérito ser campeón de Liga», subrayó Luis Suárez, que ha aportado 28 goles a la racha de los 109 anotados. Por delante anda Leo Messi (39).

RÉCORD VIGENTE // Aquellos siete triunfos finales solo sirvieron para que el Barça pudiera establecer ahora el récord. El grupo de Valverde ha añadido 32 jornadas invicto. «Necesitamos siete puntos para alcanzar un objetivo que en agosto pensábamos que era imposible», subrayó Valverde al comparar el batacazo de Roma con las dos derrotas ante el Madrid en la Supercopa. «El entorno es depresivo», denunció el técnico sobre el decaído sentir culé después de la eliminación.