Castellón tendrá un protagonismo como nunca antes se ha visto en la próxima Vuelta, que echará raíces durante tres días en la provincia, con la disputa de dos interesantísimas etapas separadas por una jornada de descanso. La primera de ellas, el 5 de septiembre, terminará en Peñíscola después de discurrir por el Maestrat. La segunda (día 7) empezará en Castellón para acabar en Mas de Costa, una espectacular subida ubicada en Llucena y que, al encontrarse en la última semana, contribuirá a decidir la carrera.

Aunque el recorrido pormenorizado se dará a conocer mañana con la presentación oficial en Santiago de Compostela, la Diputación, impulsora de que la provincia disfrute de uno de los eventos deportivos más importantes del calendario nacional e internacional, en boca de su presidente, Javier Moliner, ya avanzó cual será la hoja de ruta de la serpiente multicolor, que visitará 23 poblaciones castellonenses.

El 5 de septiembre (lunes), la Vuelta entrará por el puerto de Torre Miró procedente de Alcañiz, poniendo rumbo al Baix Maestrat; tras Vinaròs y Benicarló, concluirá previsiblemente en la avenida del Papa Luna de Peñíscola, tras un exigente paso por la urbanización de Las Atalayas que seleccionará el pelotón.

LA JOYA DE LA CORONA // El día siguiente (con el consiguiente impacto económico que generará que la totalidad de la caravana se aloje en la provincia) dará paso a la esperadísima etapa con inicio en la capital de la Plana y final en Mas de la Costa, una escalada de cuatro kilómetros durísimos con rampas por encima del 20% que pondrá el colofón a una jornada en la que Castellón podrá presumir de sus señas de identidad montañosas, ya que los corredores también subirán el Desert, La Coma, la Serratella y Culla, además de discurrir por la Pobla, Cabanes, Torre Endoménech, Albocàsser, Benassal, Atzeneta, les Useres, Costur o Figueroles.

La etapa del pasado septiembre (Valencia-Benicàssim, con la subida al Desert) supo a poco, así que la Diputación ha trabajado para que el nuevo paso de la ronda española tuviese “su propio sello”, como explicó Moliner.

Ya se había filtrado que una de las etapas de la próxima edición concluiría en una importante localidad turística del litoral (en alusión a Peñíscola), desvelándose ayer el secreto mejor guardado: jornada de descanso en nuestra geografía y, después, un etapón con mayúsculas, con la llegada al “Angliru del Mediterráneo” (en palabras del presidente de la corporación provincial) que, además, promocionará la candidatura de Camins del Penyagolosa a patrimonio mundial de la Unesco.

Pocos escaparates mejores encontrará esta iniciativa, así como la provincia, para exhibir sus tesoros. Aparte de que el paso de la Vuelta se traducirá en más 2.000 pernoctaciones en temporada alta, las dos etapas significarán un mínimo de seis horas de televisión en directo, que se verán en 190 países a través de 37 canales, los más de 30 millones de visitas que se producen a la web de la Vuelta (el 70% son de público extranjero) y los 1.427 periodistas acreditados para cubrir la carrera, procedentes de 26 países. H