La final de la NBA se decidirá finalmente en el definitivo séptimo partido. Gracias a la victoria en Cleveland, los Cavaliers de Lebron James lograron igualar una serie que tenían muy cuesta arriba tras ponerse los Warriors con una ventaja de 3-1 a su favor. Desde ese cuarto encuentro, la eliminatoria se ha ido caldeando dentro y fuera de la pista, culminando con la polémica sanción de un partido a Draymond Green tras esta fea acción sobre James.

Pero si bien Green se ha demostrado como un jugador clave para Golden State, el que podría ser sancionado ahora aún supondría un golpe más duro para los actuales campeones. Y es que Stephen Curry, MVP de la temporada, podría perderse el partido decisivo después de lanzar su protector bucal contra un aficionado local.

Con problemas de faltas durante todo el choque, Curry fue expulsado por una rigurosa infracción a 4:22 del final. Nada más pitar el árbitro, reaccionó violentamente tirando el protector contra la grada e impactando en un seguidor de los Cavaliers que despedía con sarna a la estrella de los Warriors.

Su entrenador Steve Kerr, que no teme a una posible sanción toda vez Curry se disculpó con el aficionado de forma inmediata, afirmó en rueda de prensa "sentirse feliz porque tirara el protector. Le pitaron seis faltas, tres de ellas absolutamente ridículas". El propio Curry mostró ante los medios su desacuerdo con las dos últimas faltas y añadió que "obviamente es muy frustrante ser expulsado en el último cuarto de un partido tan decisivo y no poder estar ahí con mis compañeros".