Dani Villa, con 20 años recién cumplidos, una larga trayectoria en la cantera del Villarreal y también internacional en las categorías inferiores de la selección española, trata de sobreponerse a la imparable repercusión de su durísima entrada a Alejandro Zagalá, a quien mandó al hospital (recibió 10 puntos de sutura y acusa un dolor cervical). El delantero da su punto de vista sobre la acción que está en boca de todo el mundo. «Yo voy por el balón. Es cierto que la altura de la pierna es bastante alta, pero no tengo la intención de hacer daño», relata.

Villa, que cuando retiraban al portero del Castellón en camilla del césped del Mini Estadi hizo un primer gesto hacia el cancerbero, comenta que luego pudo preguntarle en persona, vía telefónica, por su estado. «Viendo la gravedad de la acción, pedí su número y hablé con él», señala el joven jugador, sin entrar a valorar cómo se desarrolló esa conversación.

Su acción ha aparecido en diarios, cadenas de televisión y páginas webs de ámbito nacional, un torbellino del que ha tratado de abstraerse en las horas que han transcurrido desde el encuentro. «Yo sabía que, al tratarse del Castellón, iba a haber mucho revuelo. Pero repito que voy buscando el balón», insiste. «Ya no puedo hacer nada ahora», recalca Dani Villa.

ESTILO PROPIO

El futbolista del Villarreal C sostiene que no va a cambiar su forma de actuar: «Seguiré jugando como hasta ahora, que es lo que me ha llevado a estar donde estoy». «Soy futbolista y sabemos a lo que estamos expuesto», agrega el malagueño, que tampoco cree que vaya a ser un chivo expiatorio. «No soy violento», concluye.