La nueva Copa Davis se abrió paso en Madrid y culminó una intensa semana con el éxito deportivo de la victoria de España, aunque con cuestiones que ajustar para la próxima edición, también en la Caja Mágica, y las otras 23 que tiene firmadas Kosmos, la empresa de Piqué, con la Federación Internacional de Tenis (ITF). Hay cosas que mejorar y en eso estamos, sabíamos que el primer año no iba a salir perfecto, pero todo el mundo ha quedado encantado. El torneo ha dado un paso de gigante, dijo el central del Barça tras la final en Onda Cero.

Los gestos de satisfacción entre la organización al terminar el evento no escondían la necesidad de hacer cambios para el futuro. Los horarios nocturnos, un partido terminó más allá de las cuatro de la mañana y la organización tuvo que adelantar los horarios; la acumulación de partidos y la discontinua asistencia del público son los aspectos a revisar. Tiene fácil solución, con una pista más no hay tantos partidos en cada pista y se puede acabar antes, propuso Piqué. Reducir el número de selecciones en la competición final, como propuso Djokovic; o el cambio de fecha con aumento de días de competición, a diez, son otros caminos a explorar.

Clasificación compleja

El sistema de competición ha provocado problemas para definir los mejores segundos clasificados, con porcentajes de victorias en juego y poco margen de error entre tanta eliminatoria comprimida resuelta en el doble y con muchos partidos decididos en el desempate.

Todos los partidos de España han registrado lleno en la pista central de la Caja Mágica (12.500 espectadores), pero el resto de eliminatorias se han jugado ante menos medio aforo, con grupos reducidos de representantes de las aficiones francesas, británicas, canadienses o belgas, con mención especial para la ruidosa hinchada argentina.