Del dicho al hecho hay un trecho, sobre todo si es económico. El regreso de Vicente Montesinos y Capital Albinegro, con la el lema de recastellonizar al club y al equipo por bandera, ha hecho circular nombres de esos jugadores de Castelló y provincia, canteranos o no, incluso aquellos asimilados --léase los de provincias vecinas y/o que ya han sido orelluts--, aunque el Castellón todavía no ha movido ficha. El que venga, tiene que encajar a la perfección, tanto futbolísticamente (ahí tiene mucho que decir el entrenador), como también desde el punto de vista del dinero.

LOS AJUSTES

La comisión deportiva de consenso, mientras va repartiendo papeles y responsabilidades, prioriza saber qué jugadores se quedan, de los 20 con contrato. Porque de los que acaban, nadie sigue (al menos de entrada, a la espera de esa operación con pinta de entrega por fascículos que es retener a César Díaz). Óscar Cano y Àngel Dealbert trabajan en la vertiente más deportiva y, de forma paralela, Jordi Bruixola y Vicente Montesinos avanzan en cuadrar el presupuesto. Una serie de intereses que deben casar antes de lanzarse de lleno al mercado, cuando no falta mucho más de un mes para volver a la carga.

Dealbert, que tiene de nuevo voz y voto --por mucho que este nuevo equipo de trabajo no tenga, a día de hoy, un responsable visible, un director deportivo al uso--, dejaba constancia ayer, en la Ser, de estas dos circunstancias: deseo y realidad. «Estamos viendo gente de aquí que pueda ayudar al club y que acepte las condiciones», comentó. «Ojalá podamos traer a algún jugador importante de aquí», subrayó.

En todo caso, mientras se terminar de armar el proyecto desde la perspectiva teórica, antes de pasar a la acción y fichar, el punto de partida dibuja un escenario con entre ocho y diez bajas, dejando la puerta abierta para rescisiones, jugadores que apuesten por marcharse, un posible intercambio de cromos en el caso de los más apetecibles...

Con un equipo prácticamente blindado, desde el punto de vista contractual, del centro del campo hacia atrás, pues todo pasa por encontrar, por fin, un organizador puro, además de aportar profundidad para ambas bandas (sobre todo, la izquierda, la más escasa de recursos) y también delanteros dinámicos, lo que arroja un número de incorporaciones que rozaría la decena.