Dicen que el liderazgo no se impone ni se gana en las urnas, se adquiere de forma natural por el respeto que transmites, tus actos y tu comportamiento. Vicente Iborra (16 de enero de 1988, Moncada) responde fielmente al retrato robot de jerarquía que no se impone ni se vota, pero está llamado a ser uno de los capitanes de este Villarreal que ha empezado el curso 2019-2020 como si un cirujano estético le hubiera transformado totalmente la cara. Es uno de los estandartes del nuevo proyecto junto a los Raúl Albiol, Santi Cazorla o Manu Trigueros. Un tipo honesto y equilibrado, que transmite sensatez, credibilidad y positivismo. Como se dice en valencià, un home. Y, además, un excelente futbolista.

—La primera pretemporada de Vicente Iborra con el Villarreal.

—Sí. El año pasado llegué a mitad de temporada y en un momento muy delicado para el equipo. Por supuesto que no es lo mismo que poder estar junto a todos los compañeros desde el inicio del trabajo. Hasta ahora tengo muy buenas sensaciones.

—¿Qué diferencias nota entre las pretemporadas de los clubs españoles y los ingleses?

—Se asemejan en que una semana o dos las pasas fuera del país. En el Villarreal la suerte es que hemos estado bastante tiempo en la Ciudad Deportiva, lo que permite estar con la familia, gracias a que tenemos muy buenas instalaciones y medios, y esto lo hace todo más fácil cara a un periodo pesado como la pretemporada.

—¿Asumiste un rol importante en un momento delicado en la historia del club la pasada campaña?

—Ahora es todo diferente porque no tenemos esa inquietud que teníamos cuando llegué en el mes de enero, al vernos abajo. Este año comenzamos de cero, pero de alguna forma nos viene bien lo que pasó para estar precavidos; los equipos se refuerzan muy bien y nadie te regala nada. Tenemos que aprender del pasado y con los recursos que disponemos hay que hacer un buen papel.

—¿El Villarreal salió más fuerte después de superar la amenaza del descenso?

—No hay mal que por bien no venga. Lo pasamos mal y sufrimos, pero hay que rescatar todo lo que pasó y transformarlo en positivo, porque no se sale de una situación tan delicada si no es con espíritu de equipo o unión entre todos. Y eso hay que mantenerlo y reforzarlo, si cabe. Estos días hay que potenciar esos vínculos de unión. Es tan importante tener un buen grupo como buenos futbolistas.

—¿Por qué Iborra es un referente en el Villarreal y también lo fue en otros equipos?

—Es más por mi forma de ser que por mi juego, porque soy uno más en el equipo. Me gusta involucrarme en la filosofía de un club y la mejor manera de devolver la confianza y el traspaso que pagan por ti es con compromiso y trabajo, que son las mínimas señas de identidad de un equipo.

—¿Cómo ves el vestuario, con esa mezcla de juventud y experiencia y ya también muy valencianizado?

—Observo un buen ambiente, con la gente que lleva más tiempo involucrando en el equipo a los nuevos. Existe un buen grupo y estamos en la fase de fortalecerlo. Al final todos somos uno y todos tenemos que aportar algo. Hay que ponerse en la piel del aficionado, que quiere compromiso y profesionalidad. Si antepusiéramos el objetivo individual al común no iríamos bien.

—¿El cuerpo técnico también superó una situación difícil y peculiar con su vuelta?

—Creo que el hecho de que el míster volviera y lograra el objetivo les dio más fuerza. Yo les vi muy fuertes desde el día que regresaron y con las ideas muy claras. Pienso que habían reflexionado y aprendido y matizado ciertas cosas. Seguro que analizaron las cosas que no fueron bien y cumplimos el objetivo. Y ahora empieza una temporada nueva.

—Da la sensación que vimos una faceta de Iborra más defensiva la temporada pasada, por las necesidades, y ahora parece que vamos a tener un Iborra más ofensivo jugando por detrás del delantero. ¿Está más a gusto?

—Con Javi [Calleja] he hablado durante estos días y él sabe que estoy dispuesto a jugar donde sea con tal de ayudar al grupo. Me puedo adaptar a varias posiciones en función de lo que necesite el equipo, igual que hay varios jugadores en la actual plantilla que pueden jugar en varias posiciones. Tenemos muy buenos futbolistas, que pueden ser polivalentes, y eso siempre suma al grupo. Es cierto que en lo que llevamos de pretemporada he actuado en una posición más ofensiva, así como que el último año estuve más defensivo, pero eso me da igual.

—Este equipo es más de una idea de juego que de sistemas como recalca Calleja, ¿no?

—Es vital, importante y sobre todo inteligente que un entrenador se adapte a la plantilla que tiene, y la nuestra posee muchos recursos. El Villarreal puede jugar con muchos sistemas y muchas alineaciones también en función del rival, y eso habla bien de la confección de la plantilla.

—¿Son muy aburridas estas concentraciones de pretemporada?

—Comparto habitación con Alberto Moreno, con quien coincidí en Sevilla, y personalmente no me gustan las pretemporadas porque paso mucho tiempo sin mi familia y mis hijos.

—¿Cómo se pasa el tiempo libre durante este ‘stage’ en Austria?

—Eso va en función de cada uno. Los hay que juegan a la videoconsola y otros, como yo, vemos series. No tengo favoritas, pero ahora estoy viendo La casa de papel después de terminar Mar de plástico y Vivir sin permiso.