La expedición del Villarreal experimentó en la madrugada del miércoles al jueves uno de los viajes de regreso más amargos de su historia, quizá comparable al de hace unos años tras perder en Anfield la opción de colarse en una final de Europa League. La decepción en Anduva fue «un palo gordo», reconocía una de las voces más autorizadas del actual vestuario, Vicente Iborra. Pero tras asimilar la eliminación en los cuartos de la Copa del Rey, los groguets ya han ido marcando distancias y restando dramatismo al 4-2 ante el Mirandés. No hay otra. Las caras de circunstancias en Miranda de Ebro ya iban transformando en la mañana de ayer, en el regreso al trabajo —prácticamente testimonial para los titulares del miércoles—, en algunas sonrisas. La plantilla se aferra a lo único positivo del adiós copero: el camino hacia las plazas europeas ya se vislumbra directo, sin distracciones de por medio, como sí las tendrán a mediados de mes los todos y cada uno de los equipos que ahora mismo taponan el acceso del Submarino a la zona noble, en orden ascendente Atlético, Valencia, Sevilla, Getafe, Barcelona y Real Madrid.

SOBREESFUERZOS DE RIVALES / Los dos más a tiro, colchoneros y valencianistas, esperan el 18 y el 19 de febrero al Liverpool y al Atalanta, respectivamente, para volver a reactivar una Champions que ya no dará tregua y en la que los dos primeros de la Liga, Real Madrid y Barça, también tienen previsto pelear por las últimas instancias. Getafe y Sevilla, otros dos directísimos rivales de los de Calleja, entrarán en acción en la Europa League a partir del 20 de febrero, contra el Cluj rumano y el Ajax, otro sobreesfuerzo que añadir a la cerrada pelea por Europa en la que además también están envueltos el Athletic Club y la Real Sociedad, e incluso el Granada, que puede marearse un poco más con su presencia histórica, medio siglo después, en unas semifinales de la Copa.

Aun conscientes de que hay que poner solución a muchos de los déficits que se evidenciaron en Anduva, sobre todo defensivos, en el Villarreal no quieren que la eliminación de la Copa empañe todo lo bueno que el equipo estaba haciendo en las últimas semanas, con cinco victorias en las seis últimas jornadas de Liga, con únicamente el borrón en casa ante el Espanyol de por medio. No solo para los de Calleja, también para el club persiste la prioridad de regresar a competiciones continentales por delante de lo que hubieran podido ser unas más que ilusionantes semifinales de la Copa del Rey.

INGRESOS NECESARIOS / Aunque el prestigio de poder llegar a una final seguirá esperando, el dinero de la UEFA en forma de premios por jugar la Europa League o, sobre todo, la Champions sigue siendo una de las bases principales para seguir haciendo sostenible el proyecto de club que pretende Fernando Roig, con un mercado cada vez más inflacionado a la hora de buscar reforzar la plantilla.

Así, Javier Calleja espera que la página de la Copa esté ya, a estas alturas, completamente pasada y el equipo vuelva a mostrar su cara más solvente en el regreso a la Liga, este mismo sábado en Pucela. Los jugadores así lo desean también.

«El equipo puede y debe levantarse de este palo», sostenía Vicente Iborra tras digerir la última derrota, inesperada e inexplicable para una parte del entorno amarillo al ceder ante un equipo de 2ªA. «Aunque estemos muy jodidos, debemos levantarnos y luchar los noventa minutos», señala el centrocampista pensando ya en el encuentro ante el Valladolid, otra oportunidad de seguir reforzando la candidatura para competiciones continentales y, quién sabe si con la complicidad de un tropiezo del Valencia o del Atlético, de volver a pisar zona europa 21 meses después.