Tiene 19 años y ya ha debutado en la selección española sub-21. Ha disputado 20 partidos en Primera y seis en Europa. Está considerado como uno de los laterales izquierdos con más futuro y pertenece al Villarreal, que decidió cederle al Leganés para que acumulara experiencia en la máxima categoría. La apuesta no fue acertada atendiendo a sus números —solo ha jugado 236 minutos en Liga—, pero Adrián Marín no da su brazo a torcer. Hoy no podrá jugar frente al equipo que posee sus derechos económicos por lesión, pero espera que las tornas cambien y pueda triunfar de amarillo lo más pronto posible.

—¿Será una pena no poder jugar contra ‘su’ Villarreal?

—Tenía muchas ganas, pero sufrí hace unos días un pinchazo en el abductor en un entrenamiento y aún me quedan un par de semanas para volver. Estamos teniendo mala suerte con las lesiones.

—¿Cómo ve a ‘su’ Villarreal?

—Estuve el miércoles en Toledo y les vi muy bien. La verdad es que les sigo bastante, veo todos sus partidos y están haciendo un año increíble. Todos los refuerzos están rindiendo y fue una pena que no ganaran al Alavés porque estarían entre los cuatro primeros.

—¿Qué partido espera?

—Nosotros en casa tenemos que hacernos fuertes. No es normal que hayamos sumado más fuera que dentro. Estará igualado. Tenemos muchas bajas, pero los que estén lo darán todo. El Villarreal fuera de casa le cuesta más que en el Madrigal y la clave puede estar en robarles el balón.

—Uno de los que puede ser titular en el Villarreal es Rodri...

—Estoy muy feliz por él; le deseo lo mejor. Partíamos en una situación similar en verano y ahora está demostrando lo que vale.

—Jugadores como Rodri, Adrián Marín, Pedraza, Leo Suárez... deben ser el futuro del Villarreal.

—Ojalá el año que viene nos podamos reagrupar en el Villarreal. Algunos hemos salido para madurar, pero lo que quiero es triunfar allí, es más que mi casa, llegué con 11 años siendo un niño y crecí en todos los sentidos.

—¿Qué echa de menos?

—Todo. Creía que lo iba a llevar mejor, pero desde los trabajadores, a las instalaciones, directiva, fisios, técnicos... El cariño que recibe allí un jugador es increíble. En Leganés el trato es muy bueno, pero sí tengo nostalgia.

—¿Esperaría jugar más?

—La idea era esa, pero a veces eso se tuerce y de todo se aprende. También se me está haciendo más duro por eso, porque quería tener más protagonismo, pero no quiero hablar de año perdido porque estoy ganando otras cosas. Aprendo otro tipo de juego y vivo situaciones distintas.

—¿Por ejemplo?

—Te das cuenta de lo complicado que es pelear cada partido cuando estás ahí abajo, los planteas como una final. También es más fácil que te aplaudan cuando rascas algo, en el Villarreal siempre debes ganar y con un par de malos resultados te llevas las manos a la cabeza. Aquí ves la otra cara de la moneda, el otro fútbol.

—¿Qué opina del vila-realense Sergi Segura, que debutó en Copa precisamente en su puesto?

—Coincidí con él en la cantera del Villarreal, hizo la pretemporada con nosotros y me llevo muy bien con él. Me alegré mucho que debutara; es un buen jugador.