Sin sobresaltos y recuperándose del jet-lag pasaron su primer día en la Villa Olímpica de Río 2016 los 320 miembros, 190 de ellos deportistas, del equipo español. Tras la mala experiencia de las delegaciones de Australia, Suecia y Argentina en los primeros días, las labores de urgencia durante los últimos días de Gaietà Cornet, jefe de la misión española, han surtido efecto.

“En nuestro caso no ha habido tantos problemas, pero los sigue habiendo. Por suerte, desde hace siete días nuestra avanzadilla ha trabajado 24 horas al día para que los posibles fallos se vayan solucionando. Aun así estoy seguro de que más de un atleta habrá encontrado deficiencias, pero nada importante”, explicó el director de comunicación del Comité Olímpico Español (COE), José María Bellón.

A pesar de que por el momento los problemas de electricidad, fontanería o en la instalación del gas en los apartamentos no han provocado mayores problemas a los atletas españoles, Bellón reconoce que las incidencias “no se limitan a los apartamentos sino que afectan a toda la Villa Olímpica”. Así, destacó que “basta con dar un simple vistazo para ver que todo está a medio acabar: los plásticos de los ascensores siguen pegados, hay obreros colocando asfalto o tapando tuberías, etc”.

“Desde luego, este tipo de deficiencias no se produjeron en las instalaciones de Londres 2012 o Pekín 2008, tampoco vimos nada parecido en los Juegos de invierno de Sochi 2014 o Vancouver 2010”, reconoció el máximo responsable de las comunicaciones del equipo olímpico español. Curiosamente, el desembarco de los españoles en la Villa Olímpica coincidió con la evacuación de la delegación de Australia por un conato de incendio.

“No conocimos esa información hasta mucho después. Hay que tener en cuenta que la Villa es enorme y lo que ocurra a 200 metros no tiene por qué afectarnos a nosotros”, explicó Bellón, quien parece satisfecho con los servicios de logística y seguridad en una Villa Olímpica que, ante todo, destaca por su tamaño, con una capacidad para 17.850 personas, 360 kilómetros de tuberías y un carril bici de 3,8 kilómetros de longitud. Un proyecto quizás demasiado ambicioso para un país en el que la capacidad a la hora de desarrollar grandes proyectos no se caracteriza por la puntualidad o el buen acabado.

CRISIS // Con la resignación por bandera y con la intención de minimizar al máximo el impacto de los imprevistos en los atletas españoles, Bellón se muestra comprensivo con los problemas afrontados por el Comité Organizador de Río 2016 en un momento muy difícil para el país. “Es un problema derivado de la situación política y económica tanto de Río como de todo Brasil. Hay una falta de medios materiales y económicos que afecta a los Juegos. Lo único que podemos hacer los comités nacionales es intentar solucionarlo lo antes posible”, concluye, a sabiendas de que el aterrizaje de la expedición española ha sido uno de los menos problemáticos. El presidente del COE, Alejandro Blanco, reconoció estar inquieto ante los problemas que han copado los diarios, como el zika o la seguridad. “Pero una vez aquí, solo queda disputar unos buenos Juegos”, afirmó, H