Con un ojo en el Pizjuán (miércoles, 21.30 horas) y otro en el Camp Nou despachó el Barça al Leganés, cobrándose sin brillantez la revancha de la derrota que le endosó cuando amanecía la Liga (6ª jornada). Tocaba asegurar los tres puntos ante un rival de menor nivel reservando esfuerzos para la visita al Sevilla en los cuartos de la Copa, y el Barça selló un triunfo de los que no se recordará por nada más que por los 7 minutos de añadido.

Un alargue que incomodó al Camp Nou por el temor de que el Leganés, con un zapatazo como el que le había dado el momentáneo empate a uno, pudiera igualar por segunda vez. El temor lo disipó del todo Leo Messi, que amplió la victoria después de haber originado el segundo tanto.

Era un partido «fundamental», dijo Valverde en la víspera para despertar conciencias, aunque él obró de forma contraria al reunir a medio equipo titular a su vera en el banquillo. Messi fue uno de ellos. Dembélé sustituyó a Leo sin ser su recambio natural ni artificial. Le relevó en el trascendente papel que ejerce el capitán azulgrana. Los bramidos de admiración los generó todos el imaginativo delantero francés, que puso el gol que abría el marcador.

REACCIÓN // El tanto forzaba un cambio de guion por parte del Leganés, pues el que había llevado solo servía para defender el punto inicial. El libreto lo retomó después de que Braithwaite recuperara el empate en una escapada por la banda de Alba, mal defendida y en la que el delantero ganó la espalda a Piqué, que miraba el centro de En Nesyri.

La entrada de Messi se precipitó, aunque pudiera estar prevista. En menos de 10 minutos (o 10 contando el tiempo que necesitó la revisión de la jugada por el VAR), el Barça recobró la delantera con un tirazo a la escuadra que salvó Cuéllar. El meta no pudo aguantar la embestida de Suárez, que había acumulado motivos para entrarle a saco. Sobre todo, ante la posibilidad clara de gol que se le presentaba. Ya no estaba Dembélé, que salió con un esguince en el tobillo izquierdo. Con Leo de centrocampista, llegó el tanto de la tranquilidad del argentino con la derecha.