La Comisión Antiviolencia decidió ayer declarar de alto riesgo el derbi de mañana en el Estadio de la Cerámica, una norma desde que amarillos y valencianistas acortaron las diferencias con la consolidación del Submarino en la élite y pelean normalmente —esta campaña es la excepción en el conjunto che— por altos objetivos en la Liga española. El feudo amarillo aumentará las medidas de seguridad habituales ante la previsión de la llegada de 600 seguidores del equipo de Mestalla —la totalidad de entradas facilitadas por el Villarreal— que se ubicarán en la zona visitante, a los que se unirán varios centenares más en el resto de zonas de La Cerámica, atraídos por la importancia del encuentro y la comodidad del desplazamiento.

Pero más que en las gradas o en los aledaños del estadio groguet, el alto riesgo estará en el rectángulo de juego. Los 15 puntos de distancia que separan a los de Escribá y a los de Voro en la clasificación no van a descafeinar un choque siempre vibrante, intenso y con ese punto de orgullo en juego para ambas aficiones, que celebran o lloran de manera especial un triunfo o un fracaso de su equipo en este clásico entre los dos únicos representantes que mantiene la Comunitat Valenciana en la máxima categoría.

PRIMERA VICTORIA DEL AÑO / Para el Submarino, la presión viene dada, además de una rivalidad acrecentada el año del último descenso amarillo, por la ausencia de victorias en este inicio del 2017, que ha descabalgado a los amarillos de la zona de Champions y solo deja un margen de tres puntos con la séptima plaza que ocupa el Athletic, la amenaza más cercana en el objetivo europeo.

Las urgencias se hacen más patentes en el bando valencianista, ya que una derrota en el Estadio de la Cerámica impediría a los de Voro alejarse un poco más de un abismo que, pese a la última victoria —la pasada jornada— aún se atisba demasiado cerca.

LA NECESIDAD ‘CHE’ / «Necesitamos ganar este partido», recalcaba ayer el central valencianista Mangala —que se perfila titular en el Estadio de la Cerámica—, que incidía en el factor de la «concentración» ante un rival que opondrá mucha más resistencia que el Espanyol el pasado domingo en Mestalla. «Los detalles marcarán la diferencia», esgrime el futbolista cedido por el Manchester City. El Villarreal podrá presentar su mejor once —solo la lesión de Musacchio altera su alineación de gala— para que esos detalles caigan de su lado y el alto riesgo se siga viviendo en Mestalla.