El derbi autonómico de este próximo sábado en el Estadio de la Cerámica medirá las diferencias reales entre el Villarreal y el Valencia en la presente temporada, marcada por las dificultades que ha tenido que ir sorteando el equipo amarillo en contraposición a la plácida campaña de su principal rival territorial, que ha conseguido esquivar los problemas en la primera campaña de Marcelino García Toral al frente de los de Mestalla.

La actual sexta plaza del Submarino hay que valorarla teniendo en cuenta el cúmulo de adversidades con las que se ha ido encontrando el equipo groguet casi desde el principio, comenzando por el tempranero cambio en la dirección técnica y, sobre todo, la plaga de lesiones de hombres importantes a las que primero Escribá y después Calleja tuvieron que sobreponerse, con la especial incidencia de la ausencia durante toda la temporada del capitán Bruno Soriano, la piedra angular sobre la que ha pivotado la sala de máquinas del Submarino en las últimas temporadas.

A pesar de los inconvenientes, el Villarreal demostró durante prácticamente toda la primera vuelta poder estar al nivel de sus vecinos, manteniendo el pulso por la cuarta plaza durante una buena parte de la temporada. En el comienzo de la segunda parte de la Liga los amarillos llegaron a situarse a únicamente tres puntos del Valencia (en las jornadas 21ª y 22ª). Después, la gasolina empezó a escasear en el depósito de un Submarino que empezó a acusar síntomas de irregularidad, coincidiendo con la salida de Bakambu hacia China o con arbitrajes bastante discutibles que escamotearon puntos importantes, como los dos puntos que se escaparon en Cornellà por una falta inexistente en la recta final, o los tres que volaron de la Cerámica ante el Girona con dos penaltis a favor de los amarillos que se fueron al limbo y un tanto ilegal de los catalanes en el 0-2 final.

LA MOTIVACIÓN

Pese a todo, el Villarreal ha podido reaccionar justo en la recta decisiva y a eso se agarra para dar un paso casi definitivo ante el Valencia en su pelea por la plaza de Europa League. «Hemos reaccionado bien, el equipo lleva una buena racha y eso nos refuerza de cara a esta recta final», señalaba ayer Mario Gaspar —capitán ante la ausencia de Bruno—, al que le gustaría «poder certificar Europa otra vez con el Valencia», un rival que aunque «lo tiene hecho» —podría certificar su plaza para la próxima Champions incluso sin puntuar en Vila-real— exigirá «hacer un partidazo». Es lo que tiene la motivación que solo da un derbi como el que se avecina