El Villarreal-Valencia tendrá su versión tenística apenas unas horas antes de su celebración. Y será en Melbourne Park, puesto que Roberto Bautista se enfrentará a David Ferrer en busca del billete para los octavos de final del primer Grand Slam de la temporada, el Open de Australia.

El sorteo quiso que si ambos ganaban sus dos primeros encuentros se viesen las caras. Y así ha sucedido. El castellonense, que en su infancia militó en las categorías inferiores del Submarino y cuando puede acude al Estadio de la Cerámica, además de formar parte del programa Endavant Esports, retará esta próxima madrugada al de Xàbia, seguidor del conjunto che y que ha realizado algunos saques de honor en Mestalla y ha recibido camisetas del Valencia con su nombre, precisamente el día en que obtuvo el máximo galardón del tenis español en el 2015.

Bautista llega sin ceder ningún set en sus dos partidos disputados hasta la fecha. Si el primer día barrió de la pista a Guido Pella, en segunda ronda tampoco encontró mucha resistencia en el japonés Yoshihito Nishioka, 99 de la ATP, al que derrotó por 6-2, 6-3 y 6-3 en dos horas y nueve minutos. Más problemas tuvo el jugador alicantino, que incluso cedió el primer set ante el estadounidense Ernesto Escobedo, pero acabó ganándole por 2-6, 6-4, 6-4 y 6-2, en dos horas y 46 minutos. Ferrer, en su estreno, también fue muy superior al australiano Omar Jasika, al que incluso le hizo un set en blanco.

Muy buenos amigos

Pese a que sus amores futbolísticos son diferentes, Bautista y Ferrer son muy buenos amigos. Es más, el de Xàbia siempre ha sido un espejo en el que se ha mirado Rober. «David ha sido mi ejemplo a seguir, un jugador en el que me he fijado mucho desde mis inicios», comentó el castellonense cuando supo quién sería su rival en tercera ronda: «He tratado de sacar todo lo positivo de David y aprender mucho de él. Es verdad que nuestro juego puede ser que se asemeje bastante».

El número uno provincial hubiese preferido no enfrentarse a Ferrer. «He compartido muchos entrenamientos con él y momentos muy agradables dentro y fuera de la pista, pero prefiero que gane y que no juegue contra mí», añadió.

Tampoco le ha gustado mucho este enfrentamiento al alicantino: «Impone ritmo, es un jugador muy inteligente, es muy buen jugador, muy competitivo y con una gran proyección cada año. Ha cambiado y cuando le gané en 2013, yo estaba en el mejor momento de mi carrera tenística. Ahora yo tengo cuatro años más. Él cuatro años más de experiencia».

Y es que esta será la tercera vez que se enfrenten. Las dos anteriores, en el 2013, en Wimbledon y el US Open, se impuso Ferrer en cuatro mangas. Ahora, la historia debe cambiar.