El hambre que demostró para abandonar su país y regresar a Europa no se ha dejado ver en algunos partidos. Debe ser más ambicioso y sacrificado.

Escribá le ha dejado en varias ocasiones en el banquillo, no dejándose influir por el nombre del futbolista y demostrando su descontento puntual.

La imagen del brasileño descolgado en una banda, no participando en el juego ni en la presión es uno de los dolores de cabeza del entrenador.