La desgracia se cebó con Mario Hermoso para precipitar la tercera derrota consecutiva del Espanyol, la segunda en la Liga. El central marcó dos goles en su propia portería para despejar el camino hacia el triunfo del Leganés, el verdugo del Madrid en la Copa.

Abrió el marcador con un desvío a tiro de Zaldua que no iba bien dirigido, volvió a hacerlo después de que Marc Navarro empatara en el segundo tiempo y no pudo consolarse con el tanto con el que puso el 3-2 definitivo en el marcador después de otro tanto de Guerrero. Si el equipo catalán aspira a acabar entre los ocho primeros, como defiende Quique, no ha empezado de la mejor manera el año. Un punto en los tres últimos partidos ponen en entredicho ese objetivo. El técnico perico pide refuerzos, pero el agujero económico del club (180 millones) complica esa opción.