A sus 35 años, Pepe Castell decía ayer adiós al fútbol. No lo pudo hacer sobre el verde del José Manuel Pesudo por una tarjeta en la ida en el choque en el San Fernando que le impidió despedirse jugando pero sí con el premio del ascenso a Tercera División como guinda a una extensa carrera en la que incluso jugó en Segunda con el Castellón.

En el CD Almazora eran conscientes de ello y por eso el sábado quisieron brindarle un más que merecido homenaje durante el encuentro con una pancarta de grandes dimensiones que presidía el edificio del estadio almazorense y rezaba: “Gràcies per tot Castell. Mestre 100% futbol”.

Además, tras lograr certificar el ascenso y durante la cena del primer equipo y la directiva que abrió la fiesta del ascenso, el club hizo entrega al centrocampista de una placa conmemorativa por sus dos temporadas defendiendo la indumentaria albinegra del equipo almazorense. H