Muy lejos de Vila-real --tanto como 2.000 kilómetros en carretera-- se encuentra Derby. Ante la escasez de patrocinadores y apoyos locales, Sebastián Mora se vio obligado a hacer las maletas y salir desde su ciudad natal hasta tierras británicas para proseguir con su carrera ciclista. Después de colgarse un oro y un bronce en el último Mundial, parece que no le van nada mal las cosas.

“Trabajar con un equipo como el Team Raleigh GAC es un privilegio”, asume el ciclista, que relata así el día a día en su ciudad de acogida: “Vivo en unos apartamentos en la Universidad de Derby. Nos levantamos pronto para desayunar y salir todos juntos a entrenar. Después del entrenamiento exterior, volvemos a casa para estirar y hacer ejercicios de cardio. Y después de comer, tenemos tiempo para descansar, estudiar inglés o salir todos juntos para hacer alguna compra”.

NUEVOS HORIZONTES // Pertenecer a la “pequeña gran familia” de su nuevo equipo supone para Sebas “la posibilidad de crecer, aprender y afrontar nuevos retos en la carretera”. De hecho, ayer participó en una carrera en la Isla de Man junto a sus compañeros y acabó segundo. Admite Sebastián Mora, eso sí, que no todo es un camino de rosas en Inglaterra: “La rutina no cambia mucho respecto a la que llevaba antes. Es cierto que a veces se nota que estás lejos de casa y echas de menos a los tuyos, aunque todos se han volcado conmigo desde el primer día”.

En el aspecto meramente deportivo, Sebas -que se está defendiendo “cada vez más” con el inglés-, señala algunas diferencias con respecto a las pruebas en su país de origen: “La forma de correr es diferente, las carreras son bastante largas y aún no conozco bien a todos los corredores, pero poco a poco voy aprendiendo e intentando superarme. Me gusta porque hay muchos ataques”.

Sin dejar a un lado el ciclismo en pista que tantos reconocimientos le ha dado y le tiene que dar, asume que ahora recorre “más kilómetros para tener una adaptación mejor a la carretera”. H