El prometido correo o WhatsApp de un día (más bien una tarde, a las 19.22 horas) de principios de enero, anunciado a los ya más de 10.500 socios del CD Castellón el nombre del fichaje estrella de este mes, no llegó ni en los albores del año, ni tampoco para Reyes. Por tanto, Sergi Escobar --y, por añadidura, la afición albinegra-- tendrá que esperar a la época de rebajas, porque el Castellón no ha cerrado aún ninguno de los refuerzos en cartera.

No será Carlos Esteve. El atacante de Vilafamés ha decidido regresar al Atlético Saguntino (donde, por cierto causa baja el betxinense Pau Franch, rumbo al San Fernando, del grupo IV de Segunda B). El mediocentro Marc Castells, el más encaminado, sigue trabajando para dejar que el Zirka ucraniano le libere. El delantero Cristian Herrera (Alzira) y el portero Álvaro Campos (Ontinyent) dependen de que sus respectivos equipos les dejen marchar... y a día de hoy, hay pocas opciones de que lo hagan. Así que mientras muchos se refuerzan (incluido el filial del Elche, su rival más inminente), aquí tocar armarse de paciencia.

UNOS VENDRÁN, OTROS SE IRÁN // Al menos de puertas para fuera, el retraso en la llegada de fichajes no borra la sonrisa en la cara de Escobar. «Yo estoy contento con la plantilla que tengo, ahí están los resultamos que hemos obtenido antes del parón. Lógicamente estamos trabajando para mejorarla, pero no tenemos una prisa excesiva, porque hay que hacer las cosas bien», tira de recurso el almazorense, que no cree que sea contraproducente que Rubén Fonte y Nico Pascual-Leone, los dos futbolistas que dejarían su sitio a los dos próximos en llegar (el Castellón está obligado a dar una baja por cada futbolista mayor de 23 años que incorpore), ya conozcan cuál es su rol: «Hemos intentado darles tiempo y que tengan un espacio para maniobrar, pero mientras están aquí, puedo contar con ellos, si yo lo creo oportuno y, además, están trabajando muy bien».

Diferente es el caso de Javi Zarzo. Es sub-23, pero la abundancia de mediapuntas (William Domingues, Iván Sales...) le ponen muy caro los minutos y, de hecho, con Escobar ha tenido un papel poco menos que secundario. Tampoco se atreve a dar mucha información. «Es uno más, pero de aquí al 31 de enero pueden pasar cosas. Tiene que trabajar y cuando yo lo considere estará en el once o en la convocatoria», expone.

Balones fuera... y a pensar en el Elche B. Escobar firmaría el mismo desenlace que frente a La Nucía y Alzira: los dos partidos en casa, resueltos favorablemente con un solitario tanto. «Ojalá veamos victorias más plácidas en Castalia, pero a mí me gusta ganar más 1-0 que 5-3». Nueva declaración de intenciones, aunque cree que el último encuentro estuvo excesivamente condicionado por las ausencias de peso.