El Castellón perdió en el campo del Lleida Esportiu en un partido donde los albinegros salieron escocidos por la actuación arbitral, y con esa derrota motivó que el Sabadell se proclamara campeón de invierno, pese a caer contra el Villarreal B en el Mini Estadi. Los castellonenses, que jugaron una gran primera parte, se vieron perjudicados por el protestado penalti en contra que el colegiado les señaló en contra en el minuto 43, que derivó en el 1-0 con el que se perdió.

Óscar Cano, entrenador de la escuadra castellonense, apostó por un once muy similar al que derrotó al Cornellà en la última jornada de 2019. Similar porque hubo dos novedades en la formación de inicio. En el extremo diestro reapareció el zaragozano Rubén Díez, mientras que en el punta del ataque el que acompañó al pichichi César Díaz fue el castellonense David Cubillas.

A los puntos, el Castellón mereció irse al descanso con ventaja en el marcador, pero la realidad es que los castellonenses se fueron al vestuario con un gran cabreo por el riguroso penalti que el colegiado madrileño Pedro Muñoz Piedra señaló en contra de los albinegros. Desde los once metros no falló Éder Díaz para poner el 1-0 con el que finalizaron los cuarenta y cinco primeros minutos.

Antes de llegar a esa polémica acción, el conjunto orellut del primero tiempo tuvo presencia y tuvo el control de la situación. No avasalló al rival, pero lo tuvo controlado y le creó dos buenas ocasiones de gol. La primera en el minuto 14, por mediación de un César Díaz que golpeó blando a las manos del portero Pau Torres; y la segunda en el minuto 32, con un despiste de la defensa ilerdense y César Díaz no llegó a tiempo para poner la puntera y empujar el balón a la red.

El Lleida no estuvo fino. Le costó mucho superar a un Castellón bien posicionado y con pocos espacios. Presionaron bien los albinegros, por lo que al final los de la Terra Ferma optaron por prescindir del centro del campo y practicaron un fútbol más directo, pero sin peligro en la portería de Álvaro Campos. Todo tranquilo hasta que en el minuto 43 el colegiado cobró penalti por un muy riguroso agarrón de Josep Calavera. Éder Díaz anotó el 1-0 ante el aluvión de protestas al colegiado. Así se llegó al descanso.

Problemas en la reanudación

Los minutos iniciales de la segunda parte fueron un suplicio para el Castellón. En cinco minutos ya habían lanzado cuatro veces a portería. Sin mucho peligro, pero lo suficiente para que el balón estuviese en el interior del área de los de la Plana Alta. Con el paso de los minutos el equipo de Óscar Calleja se sacudió el dominio de un Lleida que arrancó con dos marchas más. Se empleó con mucha más intensidad.

En el minuto 68 llegó la expulsión de Calavera, por doble amarilla, y ahí se perdió mucho, pese a los cambios y pese a que el Lleida le cedió el balón. Los orelluts no pudieron navegar contra tanta corriente en contra y acabaron perdieron por 1-0.