El Villarreal y el Eibar, los dos equipos que se verán las caras el próximo domingo en el estadio de Ipurua, viven dos realidades distintas en Primera División. Mientras los amarillos luchan en dos frentes, Liga y competición continental, para dar un paso más en la élite del fútbol, los guipuzcoanos pelean para consolidarse, después de la segunda oportunidad que recibieron el pasado verano en los despachos, rescatados tras el descenso administrativo del Elche.

Pero estos dos clubs guardan también muchas similitudes, empezando porque representan a las dos ciudades de la máxima categoría con menos habitantes. Si para los 50.000 vecinos de Vila-real fue todo un hito el ascenso a Primera, imaginemos para los 27.000 de la industrial Eibar, que nunca imaginaron que su equipo, conformado históricamente por descartes de los dos grandes de Euskadi, Athletic y Real, pudiera tocar el cielo.

APOYO MASIVO // Eibar y Vila-real son dos ciudades tocadas por la varita del fútbol, el deporte que las ha dado a conocer mundialmente. Como no podía ser de otra forma, el apoyo que ambas otorgan a sus respectivos equipos es masivo. Los socios del club armero, algo más de 5.000, rozan el 20% de la población total de Eibar; los de la entidad que preside Fernando Roig lo sobrepasan. El 20,1% de vila-realenses llevan el carnet del Submarino en sus bolsillos.

Las dos pequeñas ciudades son, sin duda, las que tienen un mayor porcentaje de representación en sus clubs de toda la Liga BBVA, poco acostumbrada en los últimos tiempos a milagros como el que se produjo hace ya casi 18 años en Vila-real y el que ha protagonizado el Eibar durante dos años seguidos, uno por méritos deportivos y otro por su saneada, aunque modesta, economía. Entre el éxito del Villarreal y el de su próximo rival tan solo el del Numancia --cuatro campañas en Primera-- adquiere unos tintes tan románticos.

Los sorianos --en la categoría de plata desde el 2009-- no pudieron conseguir la extraordinaria estabilidad que ha alcanzado el Villarreal. El Eibar parece haber aprendido de los errores de la pasada temporada y ya está muy cerca de sellar su tercer año en la élite. H