El Castellón cedió su primera derrota de la pretemporada ante el Ibiza (2-0). Y lo hizo en un encuentro marcado por el impracticable terreno de juego y los dos penaltis transformados por el conjunto isleño: Rodado en la primera mitad y Cirio en los últimos instantes de la segunda.

No fue la mejor primera mitad del equipo de Óscar Cano, acostumbrado a ser el dominador del balón y que se encontró con un terreno de juego impropio para dos equipos que compiten en Segunda B, siendo imposible cualquier tipo de fútbol combinativo y donde los controles se marchaban constantemente desviados.

No en vano, el técnico andaluz volvió a repetir sistema, el 3-5-2 que apunta a ser el del primer once de la temporada en Sabadell: con Álvaro Campos en portería, Marc Castells, Héctor Verdés y Satrústegui como centrales y Javi Serra por derecha y Víctor García por izquierda. En el centro del campo, Calavera, que hizo de Rafa Gálvez, Carles Salvador y Jorge Fernández, mientras que Rubén Díez acompañó a David Cubillas en la punta del ataque.

Como si de un partido de liga se tratase, los primeros minutos fueron una disputa en la medular y ninguno de los dos equipos se hacía con el control del juego. En esa batalla se echó en falta la inteligencia de Carles Salvador y los pases teledirigidos de Rubén Díez, damnificados ambos por el inaceptable estado del césped.

Entre tanto descontrol, solo un error defensivo o una jugada a balón parado podía desnivelar el marcador. Y así fue. Carles Salvador trató de parar una jugada de Rubén González dentro del área pero acabó derribando al futbolista isleño, señalando el colegiado penalti y transformando el 1-0 Rodado. El ariete del Ibiza envió el balón al costado izquierdo de la portería de Álvaro y tras tocar en el palo adelantó a su equipo.

aviso de rubén díez / Tras el gol, trató el Castellón de igualar el duelo antes del descanso. Y lo pudo lograr en la última jugada de la primera mitad, cuando Rubén Díez se plantó ante Germán, pero cuyo disparo salió excesivamente cruzado. En la reanudación, el combinado orellut buscó aislarse del estado del césped y salir combinando desde atrás, como le gusta a Cano y cuyo objetivo es gestar el mayor número de ocasiones para los delanteros. Ayer, Cubillas apenas disfrutó de una oportunidad que estuvo a punto de significar el 1-1 en el inicio de la segunda parte.

Cumplida la hora de juego, el preparador granadino dio minutos a futbolistas ofensivos como Íñigo Muñoz o Jairo para tener más presencia en el área. Sin embargo, un nuevo penalti a favor de los ibicencos y cometido esta vez por el canterano Panadés —entró minutos antes por Héctor Verdés— lo mandó a la red Cirio, firmando el definitivo 2-0 con el que el Castellón dice adiós a su condición de invicto en una pretemporada en la que acumula buenas sensaciones y donde quizá le está faltando más gol.