El Castellón vive días determinantes para dirimir su futuro. O sea, para la propia supervivencia. David Cruz vive en su encrucijada, que pasa por prorrogar la delicadísima situación de la entidad (sinónimo de disolución) o si al fin deja paso a la única alternativa válida y fiable, que pasa por vender al grupo liderado por Pablo Hernández, Àngel Dealbert, Jordi Bruixola y compañía. Todo lo demás, a día de hoy, son castillos en el aire u opciones poco probables que tampoco cuentan con el requerido apoyo institucional. Los crecientes impagos y la fallida ampliación de capital han abocado al Castellón a semejante tesitura.

En los últimos meses, Cruz, a medida que ha ido perdiendo apoyos y adeptos, ha buscado, de forma desesperada, nuevos compañeros de viaje en una aventura que ya debería haber tocado a su fin. Así, ha mantenido contactos con una empresa de representación de jugadores cuyo fuerte es el mercado brasileño, con un club de la Comunitat Valenciana y, en las últimas semanas, con otro agente de jugadores de renombre en España que actúa como intermediario de un hólding chino de dudosa reputación que ha tenido un aterrizaje fallido en un histórico equipo de la segunda división francesa.

LO QUE PRETENDE // Al margen de sacar una buena tajada económica de la venta de unas acciones (o de la cesión del derecho preferente de suscripción de acciones en la ampliación de capital) que no ha pagado y por lo cual está denunciado por Castellnou2005 (proceso abierto en Madrid), el actual presidente y consejero delegado de la entidad exige continuar en el club con un algún cargo. Fiel a su modus vivendi.

De forma paralela, el Ayuntamiento se mantiene a la expectativa, velando por el futuro del club. No en vano, tiene mucho que decir, puesto que de su visto bueno depende, en último término, la cesión de Castalia.

Mientras tanto, el tiempo, ya de por sí un bien escaso para el Castellón, se le escurre. Empieza ya marzo o, lo que es lo mismo, la plantilla y la mayor parte de empleados del club acumulan la cuarta mensualidad, pues la última que cobraron fue la de octubre. Eso sí, existe algún caso aislado de futbolistas que si bien no está al día, sí acumulan menos retrasos, en parte porque no lo cobran todo del Castellón y sí de alguna empresa que ejerce a título de mecenas individual... Un panorama que también causa recelo dentro de la plantilla.

El caso es que Cruz, quien ya ha recibido este malestar por parte del entrenador (hace unos meses, la reclamación de dinero estuvo detrás del despido, ahora ya considerado improcedente, de Arturo Navarro, así como de la delicada situación que vivieron otros compañeros que ejercieron de capitanes/portavoces de los demás), ha trasladado a los futbolistas la llegada de nuevos inversores, lo cual no acaban de creer, debido a los reiterados episodios de promesas incumplidas por parte del presidente y consejero delegado.

Sea como fuere, esa incierta situación está pasando factura. Sería ventajista relacionar las dos derrotas consecutivas, tras 22 partidos sin perder, a la inestabilidad, pero sí es cierto es que la inquietud por el futuro del club y de sí mismos es algo que ni siquiera los integrantes del vestuario pueden esconder ya...