Kevin Durant no goza de una enorme popularidad en estos momentos en Estados Unidos. Su decisión de abandonar los Oklahoma Thunder e ingresar en los Golden State Warriors se ha percibido en el ágora de la NBA como una forma de arruinar la competición. ¿Qué franquicia va a plantar cara a un equipo que une a Stephen Curry, Klay Thompson, Draymond Green y Durant?

Su mudanza sigue dando que hablar y en la concentración de la selección norteamericana en Río le siguen preguntando por ello. Por esa forma cuestionada de buscar el anillo. Por su decisión tan impopular que recuerda a la de Lebron James y Miami Heat en su día. Durant no pone pegas a seguir dando explicaciones.

En los Warriors cederá el liderazgo a Curry; en el nuevo Dream Team, el líder es él. Durant anotó en su debut 25 puntos en el primer golpe de Estados Unidos, la gran potencia histórica mundial del baloncesto, que arrancó el torneo olímpico de Río de Janeiro infligiendo un severo correctivo a China, equipo al que casi dobló en el marcador final (62-119).

Ding Yanyuhang, alero de los Shandong Flaming Bulls, tuvo el honor de abrir el marcador con dos tiros libres para China. A partir de ahí, los asiáticos no causaron ni el menor problema al Team USA, que comenzó su trayecto hacia el 15º oro olímpico con la victoria número 131 en los 136 partidos que ha disputado en la historia de los Juegos.

“KD es KD, amigo. Es uno de los mejores jugadores del mundo”, dijo Mike Krzyzewski, seleccionador del combinado norteamericano. “Cuando está fino, es fantástico tenerlo de tu lado”. Coach K, el técnico que devolvió a Estados Unidos el prestigio perdido con el bronce de Atenas 2004 mediante la consecución de los últimos dos títulos mundiales y olímpicos, no tuvo que esmerarse tácticamente. Todo fue rodado. “Si seguimos jugando duro y de forma solidaria, iremos mejorando. Me gusta que juguemos sin estar pendientes del marcador”, añadió.

Krzyzewski cuenta con Carmelo Anthony, Kyle Irving y DeMarcus Cousins, pero sobre todo con Durant. Es un jugador de tiro elegante, una poderosa arma ofensiva. Quizá demasiado para aparejarse con Curry. Ese es el tipo de comentario que no puede dejar de escuchar. “Trato de aislarme, pero es difícil de ignorarlo. Confío en que las cosas mejoren porque no cambiaré mi decisión”. H