Hay veces que en los partidos de fútbol se deja de jugar y se ven imagenes surrealistas. Lo que ocurrió este domingo en el encuentro de clasificación para el Mundial de 2018 entre Grecia y Bosniafue un ejemplo.

Durante los últimos minutos del partido, Sokratis Papastathopoulos, defensa griego del Borussia Dortmund, cometió falta sobre Edin Dzeko, delantero bosnio de la Roma. El zaguero quiso que el balón volviera a rodar rápido pero Dzeko se revolvió en el césped y le bajó los pantalones para dejarlo en calzoncillos ante la sorpresa de todos. Además, después de la acción comenzó una fuerte discusión entre efectivos de ambos conjuntos que se saldó con el lanzamiento de un objeto desde la grada al delantero bosnio y con una agresión de Papadopoulos a Zukanovic.

El árbitro no tuvo más remedio que ser tajante y expulsar con roja directa a Papadopoulos y mostrar amarilla a Lulic, Sokratis y Dzeko, que acabó expulsado porque era la segunda tarjeta que vio en el partido. Todo junto, supuso un esperpéntico final de un encuentro que terminaría en empate gracias al gol de Giorgios Tzavellas en el minuto 90.