Manu Trigueros no es un futbolista al uso. Primero, por contar con un talento innato para jugar a fútbol, del que pocos pueden presumir. También se puede considerar un rara avis porque no se le conocen tatuajes ni piercings, se aleja de las excentricidades de las grandes estrellas y le costó Dios y ayuda jubilar el Volkswagen Polo que le regalaron sus padres cuando alcanzó la mayoría de edad.

Pero más allá del continente, se distingue de buena parte de sus compañeros de profesión en el contenido. A punto de concluir sus estudios de Magisterio, destaca por ser alguien «familiar, noble, discreto y maduro», para una de las personas que mejor le conocen, su hermana Paula. Su opinión no es una excepción. «Tiene grandes valores, la cabeza amueblada y está muy bien asesorado por su familia. Llegará donde quiera», añade Julio Velázquez, el técnico que guió sus primeros pasos en el Villarreal.

Mediterráneo ha recopilado un puñado de opiniones sobre Trigueros, el jugador de moda del Submarino y arquitecto de la victoria contra el Atlético. Soldado pedía en las redes sociales selección para el de Talavera, que marcó el lunes el gol 500 del Villarreal en el Madrigal en Primera. Se trataba de su cuarto tanto esta temporada, en el año más prolífico de su carrera en este apartado —y aún estamos en diciembre—.

Su eclosión no sorprende a nadie y tampoco nadie se atreve a ponerle límites. «No se ve su techo. Escribá le da más galones y se está convirtiendo en un mediocentro espectacular», afirma Rafa Reig, vicepresidente de la peña CEU-Manu Trigueros, que cuenta ya con 40 integrantes. Reig destaca también la reconversión del jugador: «Con Marcelino estaba más encorsetado, pero le enseñó a competir, le reubicó y le hizo saltar, luchar... Antes era un mediapuntita y ahora es ya el mejor del Villarreal. No ha dado un paso al frente, sino tres o cuatro».

Menos atrevida que Rafa, pero más orgullosa si cabe, Paula, la única hermana de Manu, describe el momento de esta forma: «Lo suyo no es suerte; se lo ha currado mucho. No se imagina lo que siento cuando le veo jugar». La mayor de los Trigueros no esconde la ilusión que le haría al 14 jugar con la selección: «Es un sueño para cualquier futbolista y aunque hay mucha competencia, estoy segura que lo haría genial».

Pese a ello, más que en rojo, Paula afirma que el centrocampista piensa en amarillo. «El día más feliz de mi vida fue el ascenso del Villarreal contra el Almería, así que imagínate lo que fue para él. Está contentísimo, está en su casa, de allí es su novia, estudia allí y tiene una excelente relación con todos», reconoce.

EL MANU AZULGRANA // Quien mejor conoce al Manu futbolista es su padre Manuel, que fue además su primer entrenador, pero uno de sus descubridores fue su representante desde hace más de 10 años, Ferran Cedrón. «Cuando le vi la primera vez me llamó la atención porque era muy tímido fuera del campo, pero muy bueno dentro de él», confiesa. Tras dar los primeros pasos en su Talavera natal, Trigueros fichó en edad cadete por el Barcelona. Así lo recuerda su agente: «Jugaba en campos de tierra, pero ya era el capitán de la selección autonómica. Cuando hizo las pruebas con el Barça no dudaron en ficharle, pero al principio le costó mucho. Le ponían en la línea más ofensiva del 4-3-3 y consideraban que ahí le faltaba velocidad».

El vicepresidente de su peña, Rafa Reig, destaca que en esa época en el Barcelona, «no le dieron la oportunidad ni de jugar en el juvenil A, donde estaban Masip, Fontás o el mismo Jonathan dos Santos».

FICHA POR EL MURCIA // Su siguiente club fue el Murcia, donde llega a debutar con el filial en Segunda B. «El Barça quería que fuera cedido, pero Manu prefirió salir traspasado», destaca su representante, que relata así su posterior fichaje por el Villarreal: «Luis Rodríguez se puso en contacto con nosotros. Mostraron mucho interés y aunque el Murcia no quería que se marchara —haciéndole hueco en el primer equipo—, él no lo dudó». No le salió mal la jugada. De hecho, Ferran Cedrón subraya que «Manu quiere estar toda su carrera deportiva en el Villarreal. Para salir solo habría un par de equipos que le podrían convencer, pero no por dinero».

Su agente asegura que Trigueros siempre tuvo un valedor en el club, Fernando Roig Negueroles: «Siempre me dijo que iba a llegar lejos. Incluso cuando no jugaba en el Villarreal C, lo tenía claro».

Julio Velázquez, por su parte, destaca su «capacidad para hacer jugar y mejorar a sus compañeros», y admite que con Bruno mezcla bien: «Es imposible que no salga algo bueno de ahí».

Cedrón, que está «seguro» de que tarde o temprano le llegará a Manu la oportunidad de ser internacional, subraya además el peso de la familia en su representado: «Son educadores y saben que lo que más importa es la persona. Su hermana Paula es ingeniera y él nunca abandonó los estudios. Sabía que el fútbol no es lo único en la vida».

Paula Trigueros profundiza en la tesis de Cedrón: «Es muy inteligente. Yo era más trabajadora en los estudios, pero él se lo leía una vez y ya se le quedaba. Esa capacidad mental la traslada ahora al campo. Ve el fútbol más rápido que otros».

Como estudiante, Rafa Reig, marido de una de sus profesoras, afirma que «es un buen alumno dentro del tiempo que le deja el fútbol», al tiempo que elogia bipolaridad del jugador: «Como persona es sencillo y un poco introvertido, pero en el campo se desmelena y es capaz de hacer un partido descomunal como contra el Atlético».

CORAZÓN NO PARTÍO // Ese encuentro al que alude Reig fue seguido en la casa de los Trigueros en Talavera por sus padres, Paula y su novio. Se da el caso que los dos hombres son del Atlético, «pero la sangre tira mucho y mi padre era el hombre más feliz del mundo». Y es que su padre siempre fue su principal valedor: «Sabía que Manu tenía algo especial y no se equivocó. Le inculcó unos valores como jugador y como persona que son los que le definen».