Justo en el día decisivo apareció el partido más desafortunado de la selección mexicana en la Copa Confederaciones, que el próximo domingo vivirá la final entre Chile y una Alemania que ayer se comportó como una apisonadora ante la Tri. El combinado B de Joachim Löw no necesitó de las estrellas ausentes para superar a un rival que no mereció tanto castigo, pero que no supo acompañar a su buen juego con el acierto en el remate.

México no tuvo una noche afortunada en Sochi, como tampoco sus mejores individualidades, entre los que se encontraban una realidad y algunos viejos conocidos del Villarreal. Jonathan, titular de nuevo ayer, vio con impotencia cómo la efectividad germana le apartaba del sueño de una final. En el once de Osorio le acompañaron su hermano Gio y Aquino, dos exgroguets. Los tres fueron los sacrificados por el técnico mexicano para buscar una reacción que no llegó.

La semifinal empezó de la peor manera posible para México, que antes de los 10 minutos ya estaba por detrás 2-0 (doblete de Goretzka en los minutos 6 y 8). Werner, en el 59, acabó con cualquier esperanza de México, que se estrelló una y otra vez en la figura de Ter Stegen.

Fabián intentó maquillar el marcador con un tanto en el minuto 89, pero Alemania respondió rápido con el 4-1 (obra de Younes en el 90) para meter miedo a Chile.