El fútbol femenino progresa en el CD Onda a pasos agigantados. Las rojiblancas están cuajando un gran debut en Primera Regional. Las ondenses son segundas a dos puntos del Biensa, que encabeza la clasificación del grupo I.

Entre las claves de la gran temporada de las azulejeras está el buen grupo, la continuidad de la base de jugadoras del pasado curso y también la ilusión por continuar creciendo. Uno de los pilares del equipo es Imara Viega. La centrocampista recuerda sus inicios en el mundo del fútbol. «Mi hermano jugaba y yo acompañaba a mi padre cada fin de semana para verle jugar», explica. Además de ver el fútbol en casa con toda la familia, de ahí salió su pasión por este deporte.

La rojiblanca comenzó a darle al balón a los 12 años, cuando se formó en la cantera del Atlético de Madrid, siempre compitiendo con chicas y contra otras chicas. Su progresión fue tal, que llegó a militar en la primera escuadra femenina del club colchonero.

Desembarco en la provincia

Posteriormente, ya en la temporada 2010/2011, Imara llegó al Villarreal, donde pronto se hizo un hueco en el habitual equipo titular. Con una dilatada experiencia en sus botas, la madrileña llegó al Onda para ser uno de los buques insignia del equipo.

Sin ir más lejos, la pasada campaña las de la Plana Baixa consiguieron un histórico ascenso a Primera Regional, la cuarta categoría del fútbol femenino. La correosa mediocentro, que se define como «currante», destaca que el éxito se basa en «el equilibrio del equipo, tanto en calidad como en tablas, con una buena mezcla de jugadoras más veteranas y otras más noveles». Pero la experimentada futbolista también pone en valor «el compromiso del club con el fútbol femenino» y «también de los entrenadores, Quique y Toni».

Pero la alegría parece haberse instalado definitivamente en la Serratella, puesto que el Onda está a solo dos puntos del liderato. «El año está siendo muy positivo.

Nos encontramos en los primeros puestos de la clasificación y recién ascendidas. Lo cierto es que no imaginas estar ahí.

Aunque el equipo estaba mentalizado de que el nivel aumenta y la exigencia también», señala.

Objetivo real

Pero una vez en la actual tesitura, van por el ascenso: «Por supuesto que es un objetivo».

«Estamos arriba y vamos a trabajar para lograr otro ascenso». Eso sí, sin perder la esencia que les ha hecho llegar hasta el lugar que ocupan. «Somos un equipo realmente compacto, con calidad en todas sus líneas y con mentalidad ganadora», resume Imara.