Neymar ya pisó el césped del Parque de los Príncipes antes y después de ofrecer su primera conferencia de prensa como jugador del PSG. En la capital francesa, el futbolista brasileño fue aclamado por cientos de aficionados de su nuevo equipo, que ya lo han acogido como nuevo ídolo. Neymar llega convertido en el fichaje más caro de toda la historia del fútbol (222 millones de euros) y encaminado hacia el difícil reto de convertir al PSG en uno de los grandes clubs de Europa.

En consonancia con la magnitud de esta operación fue la multitudinaria presentación que brindaron a Neymar la corte de amigos que acompañó al futbolista, más numerosa que la vino a la Ciudad Condal en el 2013. Seguramente, por la dimensión del «gran reto» que ha movido al brasileño a abandonar el Camp Nou. Tenía prisa por dejar de ser el príncipe heredero por Le Roi único y absoluto de Francia.

«El dinero no es lo primero», explicó Neymar, tratando de ganarse la confianza de su nueva afición, como si los 30 millones netos anuales más la comisión de su padre (superior a la que había pactado con el Barcelona en la última renovación) no hubiera sido un factor fundamental. Hubo otras motivaciones, al margen de la puramente deportiva de ambicionar más títulos, «los que el PSG no tiene». Solo le falta la Champions. «No puedo decir que la vamos a ganar, sino que vamos a luchar por ganarla», apuntilló Nasser Al-Khelaifi, el presidente catarí del PSG, que aclaró: «Nosotros pagamos la cláusula, no Neymar» «Toda la operación ha sido legal», zanjó.

«Dios me ha dicho que debía hacer algo y por eso estoy aquí», manifestó Neymar en tanto que el Barça admite que su marcha ha causado «un disgusto» en la entidad: por la decisión del futbolista de irse y por las formas que ha utilizado hasta forzar su salida pagando los 222 millones de la cláusula de rescisión.

«Es evidente que queríamos que siguiera», admite Josep Vives, el portavoz del club, partidario de que el equipo y sus aficionados miren hacia adelante. Entre otras razones, porque sigue teniendo al «mejor jugador de la historia de este deporte». O sea, Leo Messi, que ya renovó, aunque no haya firmado, pero de la palabra del argentino no hay duda.

La prima // Seguramente, no había tampoco dudas en la de Neymar, cuando en octubre rubricó la renovación hasta el 2021. Entonces, el Barça le garantizó una prima extraordinaria a la ficha, que se incrementó en 10 millones. Pagó una parte de ese premio y quedaba pendiente otro plazo de 25 millones que debía saldarse antes del 31 de julio. Ese era uno de los motivos por los que, sospecha la entidad, Neymar no manifestaba su voluntad de irse. El Barcelona canceló el pago y depositó el cheque en un notario. Ese cheque vuelve a estar en poder del Barça. «No vamos a pagar la prima de renovación», aseguró Vives.

El Barça aún no ha cobrado los 222 millones, por lo que no enviará el tránsfer de Neymar a la federación para que, a su vez, lo remita a la FIFA. Mientras, la entidad construye un dosier que quiere remitir a la UEFA para exponer todos los detalles de la operación. «Lo hacemos porque entendemos que debemos proteger las normas del fair play financiero», argumentó Vives.