El Villarreal no cierra las puertas al próximo mercado invernal. La experiencia de las últimas semanas de competición han puesto sobre alerta al club amarillo y al cuerpo técnico, ante las dificultades que Calleja está teniendo para conformar las convocatorias con listas de bajas que rozan la decena de efectivos. Confirmado por ambas partes, Villarreal y Levante, el regreso de Enes Ünal en enero, y con las opciones de repescar al cedido Pedraza (Alavés) o afrontar algún nuevo fichaje sobre la mesa, el técnico del Villarreal expuso ayer que no ha pedido nada al club y que su «regalo de Reyes» sería «recuperar a todos los jugadores que están en proceso de recuperación». Para Calleja, la plantilla estaría «compensada» y sería «competitiva» con los actuales futbolistas. «No haría falta buscar nada más fuera», añade.

El conjunto amarillo afronta el final del 2017 y la apertura del mercado de invierno con una larga lista de ausentes por lesión, incluidos los de larga duración, el portero Andrés y el mediapunta argentino Leo Suárez, con ficha del filial pero miembro de facto de la primera plantilla. A ellos se unen los centrales Rúben Semedo y Daniele Bonera, ya descartados para el cierre del año.

Calleja sí espera poder contar en los inicios del 2018 con el delantero Nicola Sansone y, sobre todo, con el capitán Bruno, inédito en la presente campaña.