El entrenador del Sevilla, Pablo Machín, indicó ayer que el Villarreal, que visita esta noche (22.15 horas) el Ramón Sánchez Pizjuán, «es un rival de entidad que ha estado arriba los últimos años», por lo que espera «un partido muy complicado», pues «perdió por infortunios individuales» frente a la Real Sociedad.

El técnico soriano resaltó que el club amarillo «ha hecho una fuerte inversión en la delantera». Machín subrayó que «para que sus virtudes no se manifiesten, debes evitar que ganen acciones a la contra», porque «es un equipo combinativo que genera ocasiones acumulando por dentro a muchos de sus jugadores».

El preparador nervionense quiere profundizar en la idea de «manejar una plantilla competitiva» sin «muchas diferencias entre unos y otros». «Hasta ahora, todos están teniendo oportunidades: la idea es que todos los futbolistas tengan su momento», reformó. Lo dijo en víspera de una «semana exigente», por la disputa de la vuelta de la ronda previa a la fase de grupos de la Europa League, frente al Sigma Olomouc (0-1 en la República Checa).

CON LA VISTA EN EL DERBI // Una victoria ante el Villarreal posibilitaría al Sevilla «llegar al derbi» del domingo próximo, en el Benito Villamarín, como líder, algo que Machín considera que «sería anecdótico». De modo que esta noche buscará «ganar un partido con bastante repercusión», porque «los puntos valen lo mismo» que frente al eterno rival.

Machín se refirió a la opción de fichar a Mariano Díaz, delantero hispano-dominicano del Olympique de Lyón, un hombre con «mucha calidad y prestigio» que le «llamó la atención durante su etapa el Real Madrid» y al que definió como «el tipo de futbolista que reclama el nivel del Sevilla». «Ojalá que lo que se comenta pueda ser cierto», apostilló.

El soriano eludió referirse a los refuerzos que llegarán esta semana, porque «los dirigentes saben más», pero Machín admitió que desea que «llegue ese bombazo del que se habla» en forma de uno o dos jugadores para ampliar la calidad de la plantilla.