Otros dos puntos que vuelan al final. En el descuento, para más inri. El Castellón sacó un 1-1 del Pepico Amat, de entrada bueno, porque era el campo del líder, pero viendo cómo transcurría el partido... De una noche redonda, de un golpe encima de la mesa, de un refuerzo moral incuestionable para afrontar con más tranquilidad la jornada de descanso y los más de 10 días de separación entre partido oficial y partido oficial, a quedarse con la miel en los labios. De nuevo.

Castelló adoptó un nuevo sistema (4-1-4-1), con los cantados regresos de Enrique y Marenyà. No obstante, Guinot se mantuvo en el once para jugar como pivote, en tanto que Nico completaba las novedades, pegado a la banda izquierda (Iván Sales, Javi Zarzo y Javi Rubio fueron suplentes).

Cubillas merodeó el gol al segundo minuto, en una acción similar a la que justo una hora después, tras el descanso, le sirvió para romper el marcador inicial. Los locales fueron creciendo y Jornet estuvo cerca del 1-0. No pasó nada relevante, a excepción del obligado cambio de Zarzo por Luismi (su percance parece menos grave de lo inicialmente se temía), que obligó al Castellón a jugar con Serra y Juanjo como extremos reciclados a laterales.

Los albinegros marcaron al regreso de la caseta y, durante 25 minutos, mandaron. No obstante, el Eldense explotó la reconversión de Serra y por ahí empezaron a cambiar la decoración de la noche. El árbitro no vio como punible una mano de Enrique a ras de suelo y, en pocos segundos, Zagalá evitaba la igualada ante Álvaro Clausí y Kike Torrent.

El primero, insistente, estrelló un zapatazo en el larguero en el 82, cuando Ximo Forner, sin gasolina, ya estaba en la ducha.

Otra acción a balón parado, un saque de banda que los jugadores del Eldense tocaron hasta en tres ocasiones en el interior del área para que Murci, a un metro de la línea, empujara a la red, costó el empate que deja al Castellón con un palmo de narices, como frente a Almazora, Crevillente o Roda, que ya explotaron la debilidad de los albinegros cuando el reloj camina inexorablemente (o sobrepasa) el minuto 90.