El equipo español más numeroso de la historia (96 atletas), que afronta los Europeos de atletismo de Berlín bañado en optimismo, recibió este lunes un severo correctivo en la primera jornada de los campeonatos: los 10 que intervinieron quedaron eliminados. En una atípica jornada de calificación en varias pruebas, todos los representantes españoles quedaron fuera de la siguiente ronda.

Iniciaron el desfile hacia casa los velocistas. Ángel David Rodríguez, Aitor Same Ekobo y Patrick Chinedu Ike, los tres que competían en la primera ronda de 100 metros, cayeron en su primer contacto con la pista azul del Estadio Olímpico, con marcas alejadas de sus mejores prestaciones de la temporada. En sus sextos Europeos, Rodríguez, de 38 años, predecesor de Bruno Hortelano como plusmarquista nacional de 100 metros, quedó fuera con un crono de 10.55 que sólo le alcanzó para terminar quinto en la primera serie. Pasaban a semifinales los dos primeros y otros cinco en la repesca por tiempos, pero el suyo no estuvo entre ellos. "A sacar conclusiones y tomar decisiones", comentó, sucinto.

En la segunda carrera compitió el nuevo campeón de España, Aitor Same Ekobo, de 21 años. El de Fuenlabrada, con la segunda mejor marca del año entre los participantes, corrió por la calle uno y acabó cuarto con 10.51. "No hemos ido muy rápido y aquí se viene a correr; si no, te vas a casa", reconoció. Por último, en la serie cuarta salió, también por la calle uno, el subcampeón de España, Patrick Chinedu Ike, que sólo dos días antes había recibido el visto bueno de la Federación Internacional para competir con España. El velocista del Playas de Castellón corrió la misma suerte, sexto con 10.54 y eliminado.

100 femenino, Okutu y Porras

Tampoco hubo supervivientes entre las velocistas españolas. La barcelonesa Cristina Lara, debutante en la prueba individual de 100 en unos Europeos al aire libre (tiene dos experiencias en relevos) obtuvo un sexto puesto en la segunda serie con 11.65 y la sevillana Maribel Pérez terminó en la misma plaza en la primera carrera con 11.70, sin opciones de repesca en ambos casos. Aún les queda el relevo, donde partirán con la quinta mejor marca. El juez español Jordi Roig, que ya dio la salida cuando Bolt batió aquí el récord del mundo de 100 metros, también estuvo hoy a cargo de las salidas.

En el foso de longitud, Jean Maríe Okutu abrió la ronda con un salto de 7,66 y luego no mejoró: 7,52 y 7,59. Se pedían 8 metros para estar en la final, de la que le separaron cinco centímetros. Su marca le situó decimoséptimo.

Las series de 400 metros vallas sólo tuvieron a uno de los dos españoles, el leridano Aleix Porras, el más joven de los participantes en la disciplina, con 18. El navarro Sergio Fernández, plusmarquista nacional, había quedado exento por estar entre los 12 primeros del ránking europeo. Porras, por la calle 6, llegó sexto y último con 51.69, lejos de sus 50.54 que son su mejor registro del año. "Es un Europeo. No ha sido mi día, he salido lento, sin ritmo, pese a que llegaba bien. Competir aquí, en un estadio histórico, era un éxito. Hemos aprendido la experiencia y ahora a mirar a la temporada que viene", dijo el debutante.

Fuera en lanzamientos

En la jaula de martillo, el extremeño Javier Cienfuegos, que había inaugurado los campeonatos con un lanzamiento de 72,76 metros (la marca de calificación era de 76,00), no mejoró en sus otros dos tiros y, séptimo en el grupo A, tuvo que esperar al B, donde competía Pedro José Martín (eliminado con 67,56, último), para saber si estaba entre los doce mejores, algo que no sucedió. Acabó decimoquinto.

"Empecé con un buen lanzamiento, que me dio confianza, y en el segundo y tercero fui a por la marca, que unas veces te sale y otras no. En el Europeo pasado me sirvieron para entrar en la final en la undécima posición", dijo. Aquí no le bastaron.

Tampoco hubo suerte fuera del estadio. El lanzador de peso Carlos Tobalina, que estrenaba la subsede del torneo en una plaza del centro de la ciudad, no superó la calificación de peso. Su marca de 19,41 le dio el décimo puesto de su grupo, insuficiente para meterse porque otros lanzadores del otro grupo le superaron.