Un jugador del Chapecoense que sobrevivió al accidente aéreo en el que murieron la mayoría de sus compañeros el 28 de noviembre salvó la vida porque cambió su asiento con otro futbolista, según ha revelado él mismo este sábado. Alan Ruschel, repatriado a Brasil desde Colombia, donde ocurrió la tragedia, ha hablado del desastre en su primera conferencia de prensa, en la que no ha podido contener la emotividad y ha roto a llorar más de una vez.

"Cadu Gaucho me pidió que me sentara más adelante y que dejase a los periodistas que se reunieran en la parte trasera del avión", ha declarado Ruschel. "Yo no quería pero entonces vi a Jackson Follman [otro compañero de equipo] e insistió en que me sentara junto a él. Solo Dios puede explicar por qué sobreviví. Me protegió y me dio una segunda oportunidad", agregó. "He perdido muchos amigos", añadió entre lágrimas

SIN RECUERDOS DE LA TRAGEDIA

Ruschel, de 27 años, fue uno de los 6 supervivientes de la catástrofe, ocurrida en las montañas cercanas a Medellín y en la que fallecieron 71 personas, entre ellas casi toda la plantilla del Chapecoense, sus técnicos y directivos. Volaban para jugar la final de la Copa Sudamericana contra el Atlético Nacional.

El portero Jackson Follman, uno de los mejores amigos de Ruschel, en el equipo, también ha sobrevivido, aunque ha sufrido una amputación parcial en una pierna. Fue trasladado este sábado en un avión medicalizado desde Sao Paulo a un hospital en Chapecó.

"No recuerdo nada del accidente", ha dicho Ruschel en la rueda de prensa en el Arena Conda, la sede del Chapecoense. "Cuando me contaron lo que había pasado era como si estuviera en una pesadilla. Poco a poco me explicaron lo ocurrido y estoy empezando a asimilarlo". Ruschel sufrió graves heridas en la columna vertebral, pero seguirá un programa de rehabilitación y podrá volver a jugar. Los médicos calculan que tardará unos seis meses en recibir el alta para volver a sentirse futbolista.

OTROS HOSPITALIZADOS

Otros dos de los sobrevivientes brasileños siguen hospitalizados: el periodista radiofónico Rafael Henzel y el defensa Helio Zampier Neto. Henzel, locutor de la emisora de radio Oeste Capital de la ciudad de Chapecó, desembarcó en Brasil el pasado martes en el mismo avión de la Fuerza Aérea Brasileña que transportó a Ruschel. El periodista aún es tratado por una herida en el pie izquierdo y realiza fisioterapia respiratoria y motora. Neto, que regresó a Brasil el jueves, recibe tratamiento por una lesión en el tobillo izquierdo.

El otro superviviente brasileño, el portero Jackson Follmann, está ingresado desde el lunes en el hospital Albert Einstein de Sao Paulo, donde fue sometido a una nueva operación en la columna, y la previsión es que pueda ser trasladado a Chapecó este fin de semana.

HOMENAJE A LOS QUE AYUDARON

Los otros dos supervivientes de la tragedia son bolivianos, miembros de la tripulación de la aerolínea Lamia, propietaria del avión siniestrado el 28 de noviembre a pocos kilómetros del aeropuerto de la ciudad colombiana de Medellín. En el accidente murieron 19 jugadores del Chapecoense, una veintena de dirigentes del club y 22 periodistas que acompañaban al equipo.

El Gobierno brasileño le rindió este viernes un emotivo homenaje a autoridades y ciudadanos de Colombia que, de una u otra forma, participaron en la asistencia a las víctimas del accidente.