Los niños ni saben, ni pueden ni tienen por qué contener las emociones cuando algo les sobresalta. Los más pequeños de la casa expresan sin cortapisas sus sentimientos cuando reciben un regalo, sufren un golpe, por ligero que sea, o escuchan el himno del Castellón… en el caso de Martín, un niño de 2 años que reaccionó como podemos ver en el vídeo que acompaña la información a su primera visita a Castalia.

Su padre, Quini, es aficionado albinegro de pura cepa -“yo también tengo una camiseta del Castellón de cuando tenía dos años”, desvela-, y le pone en el coche habitualmente el himno. Así que cuando lo escuchó en Castalia, el niño no contuvo su emoción: “Se lo sabe entero, pero al ver a toda la gente aplaudiendo y cantando se sobresaltó. Solo pudo cantar al final el Pam Pam Orellut”, recuerda el orgulloso padre, miembro al igual que su hijo de la peña Resaka Albinegra, que este año cumple su 20 aniversario: “Este próximo fin de semana tenemos unos actos de celebración en Benicàssim y después iremos al fútbol. Mi hijo ya me está preguntando cuándo volvemos, así que ya no se perderá ni un partido”.

Por si fuera poco, el balance de victorias del Castellón con Martín en el campo es del cien por cien, pues en su primera y única visita los albinegros vencieron por la mínima al Olot: “Lógicamente al tener dos años no estuvo demasiado pendiente del partido, pero solo con el momento del himno y el ambiente ya disfrutó como nadie”. Quini admite por último que el pequeño comparte cariño también entre “el Castellón, el Madrid y la selección española”, pero con el paso de los partidos y los años, a buen seguro los colores albinegros se irán afianzando y ganando protagonismo en su corazón.