Empate con paradoja del Castellón frente al Elche B (1-1). Un resultado que le permite apuntarse el golaveraje particular (eso sí, los franjiverdes conservan los tres puntos de renta), en una jornada en la que los orelluts distancian un poquito más al Villarreal C. Los albinegros no ganaron ayer por la tarde en Castalia, pero ya lo habían hecho por la mañana en Sedaví, gracias a un 2-1, a última hora, del Recambios Colón sobre el segundo filial amarillo.

Hay que ver lo que cambia un partido en un instante. De tenerlo todo bajo control e, incluso, acariciar el 2-0, a, en una acción sin peligro, ver cómo el rival te empata y, en inferioridad numérica, tiene que salir Campos al rescate, cuando Castalia era algo más que un manojo de nervios.

TENSIÓN // La trascendencia de los puntos, que no menguaron pese al mencionado resultado, quedó reflejado en un tenso inicio, multiplicado por los errores de Bueno Miralles, que pitó una falta de Tariq al portero visitante justo antes de que Ebwelle marcase.

El ex del Huracán se las tenía tiesas con todos, pero no perdió la concentración cuando, al cuarto de hora, mientras pedía la tarjeta para un defensa que le había tumbado, vio solo al camerunés por el rabillo del ojo. Ebu aprovechó la viveza de su compañero para abrir el marcador.

El gol calmó la efervescencia. El Castellón bajó las revoluciones. Todo estaba a pedir de boca. Si acaso, las únicas malas noticias eran las amarillas para Juanra, Castells y Arturo, sostén del armazón defensivo. Tres tarjetas justas, en los únicos aciertos de otro arbitraje de los que te mina. Poco después, Ramírez quitaba a Luismi (con los tacos de Nuha clavados) para sacar a Dani Pujol.

El Elche B todavía no se había despertado de la siesta (un cabezazo de Rubio, en el 45’, fue su solitario aviso) y José Carlos evitó que Ebwelle doblara su cuenta... y la albinegra. Juanra también merodeó el gol antes de que un primer tiempo más placentero de lo esperado tocase a su fin.

Los 15 minutos que sucedieron a la reanudación tampoco resultaban preocupantes. Ebwelle chocó con José Carlos (min. 62) y, justo después, un zapatazo de Javi Llor hacía el 1-1, penando una pérdida absurda de Dani Pujol. Increíble la forma en que varió la tarde en 60 segundos.

El empate lo cambió absolutamente todo. Volvieron los nervios y ese halo cainita tan propio de Castalia. Campos evitó por vez primera el 1-2 y, en una acción inenarrable, hubo un cruce de gestos (y palabras) entre un par de aficionados y Ramírez.

El partido empezó a jugarse en el alambre. Un descuido y estabas muerto. Campos, como Tariq en el gol, fue listo y sacó de puerta para dejar a Meseguer en disposición de encarar a José Carlos pero Rubén García le derribó, siendo el último hombre. A la calle. Pero el Castellón estaba tan fuera de sí, que fue el Elche B, aun con 10, el que pudo llevarse la victoria. Menos mal que hubo dos paradones de Campos a Iván Agudo... H