El Castellón acusa de nuevo un cuadro de empatitis, aunque no tan grave como el de hace unos meses. Las dos victorias en Castalia, los meritorios puntos que ha arrancado en tres de los desplazamientos más complicados de la temporada y la mejora clasificatoria alivian a los albinegros.

Con todo, la cifra de empates sigue siendo todo un hito. Trece ya en 22 jornadas, un 60% de los partidos, lo que le coloca en una situación insólita a nivel nacional e, incluso, cerca de establecer un nuevo récords de igualadas en la ya cercana centenaria historia de la entidad.

Dejando a un lado el precipitado estreno de Óscar Cano en Peralada, con pocos días para dar ese giro de 180º grados a un equipo, por aquel entonces (mediados de diciembre) disminuido, desde el punto de vista numérico, de recursos y hasta de ánimo, lo cierto es que la subsiguiente racha la firmaría cualquier entrenador que, por ejemplo, aspirase a disputar los play-off de ascenso. El Castellón ha clavado lo que comúnmente se conoce como media inglesa: o sea, ganar en casa y empatar fuera. Los orelluts presumen de dos triunfos en Castalia ante dos teóricos rivales directos en la pelea por la permanencia --el pan nuestro de cada día, al menos en la actualidad, de los albinegros-, con Conquense y Ontinyent convertidos en víctimas; y tres sufridas, peleadas y valiosas igualadas en las visitas a Barcelona B, Atlético Baleares y Villarreal B.

metamorfosis // Sin duda, por resultados y sensaciones, el Castellón no solo sale airoso de la cuesta de enero, sino que le sirve como trampolín, liberado tras unas duras semanas en las que, al margen de que la competición no le ha dado ningún respiro, ha tenido que lidiar con la implantación del sello propio a cargo de Cano a la vez que obraba con la revolución de invierno, saldada -por ahora- con un total de ocho incorporaciones y seis bajas.

UN POCO DE HISTORIA // Son 13 empates en 22 jornadas, con lo que de continuar esta tendencia en las 16 que restan, el Castellón acabaría con entre 22 y 23.

Hasta el momento, el récord de igualadas de los albinegros en una misma temporada son las 15 de las temporadas 1977/78 y 1980/81, ambas en Segunda A y con la curiosidad de que Antonio Sales presidía el Castellón. Eso sí, hay que matizar que todavía imperaba el antiguo sistema de puntuación, cuando cada victoria significaban dos, con lo que los empates valían más.

La primera fue en el curso 77/78, cuando el dirigente de Tales tomó las riendas del club, tras la dimisión del grauero Emilio Fabregat. Bajo la dirección de Camilo Liz en el banquillo y la eficiencia realizadora de Pepe Abad, el Castellón quedó 14º, salvándose del descenso en la última jornada, con el pacto de no agresión ante el Recreativo de Poli Ricón o Lamberto Navarro: 0-0 en el viejo Castalia. Tres años después, con Benito Joanet en el banquillo, los Juan Bautista Planelles, Robert Fernández y compañía también sumaban 15 igualadas, en un ejercicio que le supuso el título de campeón y el consiguiente regreso a Primera División.