Después de una temporada, la pasada, prácticamente en blanco por una grave lesión de rodilla, Andrés Fernández Moreno (Murcia, 17-12-1986) hace borrón y cuenta nueva para volver a demostrar que sigue siendo uno de los mejores porteros del fútbol español, condición que demostró en tres temporadas espectaculares en Primera con el Osasuna que le valieron el billete hacia uno de los grandes de Europa, el Oporto.

En Vila-real, donde se ha establecido en las tres últimas campañas, solo ha podido demostrar a cuentagotas su clase, por la alargada sombra de su compañero Sergio Asenjo —al que hizo olvidar en la segunda parte de la temporada 2016/17 durante la convalecencia del palentino— y, después, por la citada rotura de ligamentos en Anoeta, en el inicio de la pasada Liga. La Europa League quiere que sea su punto de inflexión en este inicio de temporada para volver a coger confianza.

—¿Cómo lleva un meta top jugar solo cada dos o tres semanas?

—Es cuestión de mentalidad. Yo afronto los entrenamientos de cada día como si fueran partidos de competición. Es la única manera para hacerlo lo mejor posible cuando llega el momento de ocupar la portería.

—En los peores momentos en la Liga uno debe sufrir un poco más cuando esta en el banquillo.

—Por supuesto que te da rabia no poder ayudar más, pero cada uno debe apoyar al máximo desde el rol que le corresponde. Si no te toca estar entre los once, pues entrenando y animando a muerte.

—Es una obviedad, pero más que a usted no creo que a nadie le interese tanto que la trayectoria europea se alargue lo máximo.

—Poder jugar es un privilegio. El objetivo es pasar de ronda.

—Y visto lo de la pasada temporada, mejor como líder, ¿no?

—Es importante meterte como primero, pero lo esencial es estar al final de la liguilla entre los 24 de dieciseisavos. Puedes entrar como primero, que te toque un rival teóricamente fácil y la pifies. O al revés, comenzar contra un equipo complicado, eliminarles y obtener un plus de confianza. Primero hay que pasar; después se irá viendo eliminatoria a eliminatoria.

—Para pasar, la visita del Rapid es decisiva. No caben más fallos.

—Sabemos que es clave para nuestras aspiraciones, y así lo afrontamos. Además, jugamos en casa y ante un rival al que si ganas dejas muy tocado. Lo importante es que seamos capaces de encontrar nuestra filosofía de juego y que no se nos escapen más partidos.

—¿Cómo explicaría que el Villarreal haya dejado pasar las dos primeras jornadas sin victorias?

—Pecamos de no entrar bien a la competición a pesar de saber perfectamente que en Europa cualquiera te mete en problemas. Aun así, creo que fuimos superiores ante el Rangers y el Spartak y que deberíamos tener seis puntos en la clasificación en lugar de dos.

—¿Ha dado muchas vueltas sobre cómo se les pudo escapar el partido de Moscú?

—Es complicado. Los últimos 10 minutos rompieron el gran trabajo de 80. Creo que ante el Spartak de Moscú fue un gran partido por nuestra parte y es una pena que esos últimos 10 minutos dejaran la sensación de que fue, con perdón, una mierda.