La pretemporada del Villarreal ya ha pasado su ecuador, con el inicio de la Liga a menos de tres semanas para los amarillos. En este tiempo, Fran Escribá ha podido tomar buena nota de lo que pueden aportar al equipo la gran mayoría de las incorporaciones, desde Rubem Semedo hasta el repescado Adrián Marín, pasando por el último en llegar, el castellonense Pablo Fornals. El único refuerzo sobre el que se cierne cierto velo de incertidumbre es Enes Ünal, por culpa de los problemas físicos que sucedieron a su primera aparición como amarillo, ante el filial de Calleja.

El ariete es, por tanto, la gran incógnita de este nuevo Submarino. No tanto para la dirección deportiva del club y su cuerpo técnico, que han analizado hasta la saciedad desde el final de la pasada campaña las virtudes del gigante turco, convencidos de que el internacional absoluto de tan solo 20 años es el hombre idóneo para dar otro aire al ataque del Submarino, que en las últimas campañas ha adolecido de la figura de un 9 físico, un punta puro de área. Sin embargo, Ünal sí mantiene el misterio para la afición, que apenas puedo apreciar ni una pequeña parte de las virtudes del exjugador del City en su descafeinado debut (media parte) ante el filial groguet.

Ahora, con menos de media pretemporada por delante, Enes Ünal espera estar en disposición de reiniciar su simbiosis con sus nuevos compañeros y el nuevo estilo de juego que encontrará en su estreno en la Liga española, mucho más exigente que los anteriores campeonatos en los que Ünal ha dejado impronta de su olfato goleador, en Bélgica y en las dos primeras categorías del fútbol holandés. El futbolista turco espera poder entrar mañana en la lista de expedicionarios que se llevará hasta Italia Fran Escribá para medirse al Inter de Milán y empezar a ayudar a reactivar un ataque que, de momento, no ha podido celebrar ni un solo gol en los cinco encuentros disputados por el Villarreal en lo que llevamos de verano.

EL DEBATE DEL GOL / Uno de los debates que se han abierto en torno al Submarino después del último amistoso en Buenos Aires, ante Boca Juniors, es, precisamente, la dificultad que hasta la fecha han tenido los de Escribá para llegar con claridad a las porterías contrarias. Samu Castillejo apuntaba a cierta «falta de profundidad» y de asiduidad en «disparar a portería» a la hora de explicar la última derrota en La Bombonera. «No fuimos capaces de generar apenas ocasiones», reforzaba Fran Escribá, que también se ha encontrado en este tramo de la pretemporada con los problemas físicos de Roberto Soldado --casi al unísono que el peligro de una posible marcha del club por el interés del Besiktas-- y la imposibilidad de seguir contando con el plan B de Mario González (delantero del filial), que se lesionó en el amistoso disputado frente al Levante, en el que anotó uno de los tres goles del equipo.

DEFENSAS Y MEDIOS / Lo cierto es que los delanteros del primer equipo del Villarreal aún no se han estrenado a falta de tres encuentros para que concluya la fase de preparación, el de mañana ante el Inter y los dos de la próxima semana en el Trofeo Carranza —semifinales y final o consolación—. Los de Escribá se han quedado a cero en dos amistosos —ante el Nàstic y el último frente al Boca—, mientras que dos centrocampistas anotaron ante el filial (Leo Suárez) y el Levante (Trigueros, los otros dos tantos fueron un autogol del equipo granota y el citado del canterano Mario) y un defensa, Semedo, firmó la victoria frente al Reus.