Si este domingo se hace una encuesta en Castalia sobre el mejor fichaje o incluso sobre el jugador que más rendimiento está dando esta temporada, a buen seguro la práctica totalidad de los aficionados pondrán a Enrique en la terna de elegidos. El central ha caído de pie en Castalia.

A su incuestionable contundencia y liderazgo está sumando goles, pues marcó el primero en Buñol y también anotó en Novelda, aunque el árbitro entonces le dio el tanto a Lolo Ivars. «Como no tengo prima por goles, no me importó demasiado que la Federación me lo robara», bromea.

Ya más en serio, uno de los pilares del equipo albinegro analiza cómo ha sentado el cambio de entrenador en el vestuario: «Calleja es un tío inteligente, que ha intentado modificar poco, dando su sello». Preguntado por las diferencias con Frank Castelló, responde: «La primera, el sistema, pues ahora jugamos con dos delanteros. También ha cambiado la forma de defender y atacar en las jugadas a balón parado».

ambición por bandera // A la hora de analizar la situación de un equipo que ha encadenado 21 partidos sin perder, el excapitán del Torre Levante se muestra ambicioso: «El equipo está muy fuerte. Para mí el punto del domingo en Buñol no es bueno porque podemos ganar a cualquiera». Enrique, eso sí, se queda con lo positivo: «El empate nos refuerza porque lo importante es sumar».

También analiza el jugador cómo se juega con máscara: «Es algo raro, incómodo sobre todo cuando vas arriba a por el balón, pero gracias a ella he vuelto dos meses antes de lo previsto.

Sobre el partido en el Beltrán Báguena, el futbolista también aprovechó para romper una lanza por su compañero Álvaro, que no estuvo afortunado en los dos goles locales: «Es un gran jugador, pero tuvo mala suerte. En el primer tanto creo que mide mal por las atípicas medidas del campo y en el segundo da un paso adelante para anticiparse y por eso no llega. De todas formas, tiene grandes condiciones físicas y técnicas, y gran proyección».

ASÍ VE A LA AFICIÓN // Enrique José Sampedro también aprovechó la llamada de este diario para agradecer el respaldo que el vestuario está recibiendo por parte del público: «Dicen que viene poca gente a Castalia, pero aún así siempre hay 1.500 o 2.000 personas, a ver en qué campo de Tercera puedes decir eso. Jugar aquí es un privilegio. Debuté en el Marquina este verano y ya vi que el ambiente en la afición era similar al que viví cuando jugaba en la cantera del Valencia». Esta repercusión, reconoce, «da un plus de presión, pero he rechazado ofertas de superior categoría para seguir por lo a gusto que estoy».