Hablaron los capitanes; también el presidente y el máximo accionista, pero aún faltaba el entrenador. Óscar Cano, en la víspera del Castellón-Badalona de mañana (17.15 horas), estuvo, en los 25 minutos de comparecencia, a ratos comprensivo, en ocasiones reivindicativo e, incluso, desafiante. Es la misma valentía que pide a sus jugadores ante el reto de lograr la permanencia.

«Hemos pasado de ser mágicos a no servir. Este tipo de historias ya las conocemos, no me he caído del nido. He dirigido a una selección, que aunque fuera sub-19 [Catar], tenía a un país detrás; he estado en el Betis, Granada, Salamanca… Muchos clubs muy grandes», señaló. «De mí se ha dicho que mi circulación de balón no sirve para nada, cuando el equipo no hace ni el 15% de lo que me gustaría; que solo preparo el ataque cuando aquí me han llamado barraquero, que es una palabra que desconocía...», ahondó.

«Sabemos que es una semana muy importante, porque, ante el Mestalla, el equipo no fue ni el 10% de lo que queramos que sea», refrescó. «Si no hicimos el ridículo, estuvimos cerca», soltó. «Tuvimos un mal día; aunque ya llevamos muchos, fue especialmente malo», indicó. «La reacción ha sido espectacular, ahí es donde se ven a las personas», concedió.

EL RESUMEN // «Los números que hemos hecho son de descenso: llevamos tres entrenadores, con porcentajes similares», admitió antes de un somero resumen sobre sus tres meses en Castalia. «Quitando el partido de Peralada, en el que acababa de llegar, hicimos 8 de 12 puntos, la mayoría como visitantes. Cuando parecía que venía el punto de inflexión, ganar al Espanyol B, no lo hicimos y fue un mazazo para todos. Parecía que podíamos volver a levantarnos, pero ante el Teruel, con 1-0, tuvimos tres mano a mano. Donde no hemos dado el callo ha sido en casa. Fuera, los empates frente a Atlético Baleares, Villarreal B, Ebro y Cornellà no son malos. No debimos perder ante el Espanyol, ni dejarnos dos puntos ante Teruel y Atlético Levante: esos cuatro o cinco más nos tendrían casi fuera del descenso», se explayó Cano.

«Vamos a mirar los últimos 10 partidos con optimismo: dependemos de nosotros mismos, no tenemos que hacer cábalas», manifestó el granadino. «He visto a muchos equipos, con estos números, descender, pero también a otros permanecer», consideró.

Cano pide a los suyos que sean «un poco más desordenados en el área contraria». «Nos cuesta terminar las jugadas, hay que ser más contundentes en campo contrario», incidió. «Hemos cambiado diferentes cosas y vamos a probar a ver si es la tecla correcta que había que pulsar», reseñó.

‘NO’ A UN PSICOLÓGO // «Si consigo sacarlo, me voy a sentir muy reforzado, no solo a nivel local, sino nacional», comentó. «¿Castalia pesa? No tenemos en contra a la gente, sino la situación en contra», continuó. «Es la hora de los valientes: de jugadores valientes y de entrenadores valientes. El que ya nos dé por muertos, pues muy bien; pero ay si nos salvamos…», desafió Cano, escéptico con que la llegada de un psicólogo pueda servir como revulsivo. «Respeto a los especialistas, pero las únicas personas que podemos dar con la solución, somos los que estamos aquí. Si alguno me demuestra que va a ayudarnos, le dono parte de mi sueldo. La solución en el fútbol está en el fútbol, en el verde. Si algún jugador cree que puede necesitar a uno, es libre de hacerlo», acabó.