El 9 ya está aquí. El Castellón ya cuenta con ese delantero cuya tarjeta de presentación son los 194 centímetros de altura y, sobre todo, los 26 goles (11 de penalti) que marcó la pasada temporada en Tercera. Estamos hablando de Esaú Rojo Martínez (Guadalajara, 27/8/1988), que la pasada campaña fue el máximo realizador del grupo manchego con el Azuqueca y que viene, sin haber debutado, de un equipo (Chania) de la segunda división griega.

Esta despedida del club cretense, precisamente, puso al delantero centro alcarreño a tiro del Castellón. Recién aterrizado, de vuelta ya en España, aceptó la propuesta albinegra, en un nuevo esfuerzo económico. Horas después, ayer mismo, se desplazaba a la capital de la Plana para firmar y ser presentado; esta mañana, primera sesión con sus nuevos compañeros, a las órdenes de Frank Castelló, que ve potenciada claramente su plantilla con un tipo de atacante diferente a los que contaba (Rubén Fonte, Víctor Pino y Albert Yagüe).

LA PARTICULARIDAD // Esaú llega con una atípica modalidad contractual. Jugador y club han recalcado que el delantero de 28 años firma por lo que resta de temporada, aunque con una cláusula liberatoria, que puede ser ejercida por cualquiera de las dos partes, en diciembre. Por tanto, una presión extra, añadida a la que conlleva fichar por un equipo como el Castellón, lo que le obligará a marcar goles a contrarreloj. “Soy consciente de que puedo no dar el perfil, meter goles o que el entrenador no cuente conmigo. En ese caso, lo mejor es no perder el tiempo, por ninguna de las dos partes”, explica al respecto.

En su caso, la pregunta es obligada: ¿qué cifra se pone?: “Sé que se me va a medir por los que marque, pero no me pongo una cifra para quitarme presión, que ya el Castellón te turba bastante”.

SALTO CUALITATIVO // Para Esaú, su llegada a Castalia supone también un cambio de mentalidad. El flamante refuerzo destacó que aunque lleva cinco temporadas en el Azuqueca, ha tenido ofertas para dar un paso más en su carrera (ha trabajado en Madrid en Recursos Humanos, en un despacho de abogados...). Sin embargo, esos 26 goles que marcó (25 en la temporada regular y otro más en las dos eliminatorias de ascenso) le llevó a replantearse su vida.

“He priorizado el trabajo sacrificando un poco el fútbol, pero ahora apuesto por jugar a un nivel más profesional: con 28 años, todavía puedo dar bastante”, remarca. Si el Castellón apuesta por Esaú, él apuesta por el Castellón, en una relación recíproca.

El atacante natural de Guadalajara representa a esa especie de jornalero del fútbol. “Soy consciente de lo que he conseguido: hace tres años, nadie hubiese dado un duro por que yo fuera el pichichi del grupo manchego”.

A pesar de todos los avatares de esta semana, Esaú se ve en condiciones de jugar ya este domingo (18.00 horas), en el campo del Muro (ese tipo de escenarios en el que se requiere un ariete de sus características). Al menos, desde el punto de vista físico. “Estoy listo para jugar ya. He estado haciendo una pretemporada de 20 días [con el Chania], con sesiones dobles, en un fútbol más físico como el griego y, además, he disputado tres partidos amistosos”, constata el atacante.

Eso sí, tiene el hándicap del desconocimiento del técnico y los jugadores, más allá de haberse enfrentado a alguno, pues recuerda que, hace un par de campañas, se enfrentó con la selección manchega, en la Copa de las Regiones de la UEFA, a la valenciana.

IMPRESIONADO CON CASTALIA // “Sé que el Castellón es un club grande que requiere de resultados. El campo es increíble, de un nivel muy superior al de Tercera División, el césped está perfecto...”, destaca, a la hora de destacar lo que más le había llamado la atención de su primera toma de contacto con Castalia. H