El Castellón anunció ayer las cinco primeras bajas, que responden a dos días de intensas negociaciones con los jugadores de la plantilla de la pasada temporada. Sabater, Clyde, Yagüe, Esaú y Álex Salt no seguirán de albinegro (el último tenía contrato en vigor), así como el preparador físico Salva Claramonte y el técnico de porteros Sergio Babiloni, dentro de una remodelación que también afecta al staff que acompañará a Frank Castelló en la nueva etapa del entrenador en Castalia.

La premura de la nueva dirección deportiva del club choca con las pretensiones de los futbolistas, de ahí que, de forma oficial, el club todavía no haya anunciado ninguna renovación de forma oficial, aunque sí tenga algunas bastante bien encaminadas.

Castelló y Jordi Bruixola, como los máximos responsables del área deportiva de la entidad, trabajan en varios frentes: futbolistas con contrato en vigor que interesan, los que no cuentan, los que saldrán cedidos, los que acababan su vinculación con el Castellón y pueden seguir y los que directamente no continuarán. Da la sensación de que Marenyà, Jesús López y Fonte pueden ser los primeros en dar el sí. De los jóvenes, Alexis Meva y Albert Pedra solamente se quedarán si aceptan disponer de una ficha B (simultaneando el primer equipo y el filial). Manu Martínez será otro de los que se despidan.

Existe un importante bloque de jugadores que aguardan a que se concreten algunas de las ofertas de Segunda B, como Ximo Forner, Enrique, Javi Zarzo o Chema. Futbolistas que seguirán de albinegro si ven mejorados sus emolumentos, lo cual choca con el planteamiento inicial del club de mantener la misma escala salarial (en algunos casos, incluso con una rebaja). La próxima temporada, difícilmente habrá algún futbolista del Castellón que supere los 1.000 euros mensuales.