El fútbol no es ajeno a ese axioma popular que tantas veces hemos escuchado en diferentes ámbitos de la vida: Quien paga, manda. Y eso es lo que está pasando en el CD Castellón. Ahora quien se gasta el dinero, el suyo, es José Miguel Garrido. La semana pasada el club albinegro, que maneja bastante bien los tiempos en comunicación, organizó un llamado desayuno de trabajo, versión más humanizada y con toque más personal de las ruedas de prensa al uso. El máximo accionista del Castellón confirmó que tiene definido su plan de actuación y las ideas muy claras, por lo menos las suyas, evidentemente. En esa línea, Garrido no dudó lo más mínimo en conformar ese axioma con el que comenzaba este espacio de opinión, que es solo mi punto de vista personal, que él es quien paga y quien manda, y mandará, en el CD Castellón.

Desde el primer día que supe que Garrido entraba en el club de la mano de Capital Albinegro, sociedad integrada por Vicente Montesinos, Ángel Dealbert y Pablo Hernández, mentalmente le puse una fecha de caducidad a esa alianza con Garrido. Mi cábala se basaba solamente, y lo repito de nuevo, en el principio de que cuando uno se gasta el dinero, quiere también tomar las decisiones. Y eso acaba produciendo controversias y el final de las relaciones.

Por ello, veo muy cercana la conclusión de la relación entre Capital Albinegro y José Miguel Garrido, porque Montesinos no es un presidente florero, igual que Dealbert tampoco un hombre que acepte un cargo sin contar con capacidad para decidir. Y en esta temporada ya han habido diferencias importantes. No sé cuándo tomará la decisión, posiblemente a final de temporada o incluso antes, pero Montesinos no va a continuar siendo el presidente del CD Castellón, ni Dealbert miembro de su cuerpo técnico, igual que Pablo tampoco estará ligado al proyecto. Me falta el dato de la fecha… Y lo siento muchísimo, porque los tres han sido vitales en l a historia reciente del CD Castellón, y el albinegrismo les debe, posiblemente, que el club siga con vida. Montesinos ha hecho un gran trabajo en el Castellón, junto a Jordi Bruixola y Mascarell. Con sus defectos y virtudes, pero han peleado mucho por sacar al club del barro, y ha contribuido a su desarrollo y crecimiento como entidad en esa transición hacia el fútbol profesional.

En esta escisión del núcleo de poder no quiero buscar culpables, porque no tiene sentido. Era algo que tenía que ocurrir más pronto o más tarde, pero era totalmente previsible, porque no se puede mandar con el dinero de otro, más cuando José Miguel Garrido es un enamorado del fútbol, tiene carné de entrenador nacional y le gusta hacer las cosas a su manera. Desde el principio ya les dije en este Directo, que quien mandaba en la parcela deportiva era el propio Garrido, y así va a continuar siendo, porque él será quien, con el consejo de sus colaboradores y del entrenador actual, confeccione el próximo proyecto deportivo del CD Castellón. Y será en Segunda B. Acabo con la misma frase: Quien paga, manda.

valverde, un caballero

No tuvo suerte en el Villarreal en el aspecto deportivo y tampoco contó la ayuda necesaria por parte de gente que trabajaba en el día a del club. Más bien le hicieron la cama para trepar en su carrera sin escrúpulo alguno para usurparle su puesto. Y salió como un caballero del club. Me estoy refiriendo a Ernesto Valverde. Un señor con mayúsculas. El pasado martes visitó el Estadio de la Cerámica con el FC Barcelona, como entrenador del que posiblemente sea el mejor equipo del mundo, y que cuenta con Messi, para quien suscribe el mejor futbolista de la historia. El partido no concluyó bien para el Villarreal. Se escaparon dos puntos de oro, pero el partido fue espectacular. Ayer, en Sevilla, un aficionado de a pie me lo recordaba asegurando que había sido el partido más atractivo de LaLiga. Valverde tuvo el detalle de consolar a la gente del Villarreal y mandarles el mensaje de que la Liga española no puede quedarse sin un equipo que juega tan bien al fútbol como el Villarreal.

Y Valverde no es de esos hombres que regala los elogios, todo lo que dice le sale de su corazón. Gracias, Ernesto. Un señor del fútbol y un gran entrenador, a quien los pesos pesados del Barça, como Piqué, Jordi Alba y un tal Messi, pidieron su renovación a la directiva del Barcelona.