Buenos Aires es una ciudad que me fascina. Posiblemente porque los argentinos guardan un parecido enorme con nuestra capacidad para inventar agrios debates que en demasiadas oportunidades no tienen utilidad. Lo mismo con su habilidad para generar siempre dos bandos opuestos y enfrentados en numerosas ocasiones sin una razón coherente que sostenga la controversia. Casi tuve que pedir cita con uno de esos terapeutas, como llaman los argentinos a los psicólogos que son tan solicitados en Buenos Aires, cuando cada vez que abordababa un taxi, escuchaba opiniones tan distantes acerca de los males de Argentina entre defensores del Kichnerismo y los anti, Maradonianos o enemigos del 10, Bilardistas o Menottistas, sin olvidar las rivalidades Boca-River.

Siempre es bueno escuchar, pero mucho mejor es extraer tus propias conclusiones para no acabar con una confusión mental profunda.

Los argentinos viven críticos consigo mismos. Demasiado, seguramente. El entorno del Villarreal también peca del mal del taxista bonaerense. Una temporada tan nefasta como la que vivió el club, con un presupuesto de zona europea, obligaba a una profunda reflexión y toma de decisiones drásticas.

Hacer un revolución puede ser fácil o difícil, según se mire. En fútbol la facilidad depende del coste que quieras asumir para emprenderla. La gran habilidad de Fernando Roig Negueroles este verano ha sido que ha sacado la escoba, no ha ofrecido la impresión de que lo hacía, y se ha desprendido del 90% de futbolistas que no quería que continuaran un año más en el Villarreal. Y no solo no le ha costado un euro, sino que ha ganado unos buenos millones con las salidas, o en algunos casos ha dejado de perder más de lo que ya estaba perdido, como es el caso de Semedo. A excepción de Cáseres, se han ido marchando todos los jugadores que Calleja no quería ver ni en pintura en su plantilla.

Es normal que tantas salidas alimentaran opiniones en la grada propias de un taxi porteño, pero no tengo duda alguna de que la escoba silenciosa de Negueroles ha actuado con un criterio inteligente, analítico y que comparto en la mayoría de los casos.

Luego está el eterno debate de Javier Calleja, alimentado cada vez que el Villarreal pierde, aunque la derrota llegue porque se han errado cinco goles claros, por una decisión sibilina del árbitro o porque en fútbol dos y dos no son cuatro muchas veces.

Calleja es hoy un técnico cada vez más cualificado para su cargo, con errores y aciertos como todos, pero le veo muchas mas cosas positivas que negativas. Siente el Villarreal como pocos y es un tipo honesto y currante, con un sentido de la justicia que he observado en pocos entrenadores.

En el Villarreal juega ahora quien el técnico considera más justo que lo haga, al margen de asuntos personales. Mario y Sergio Asenjo son dos claros ejemplos. Ellos se han ganado con su trabajo lo que ahora tienen, a pesar de que empezaron como suplentes en el mes de julio. Y así con el resto. Moi Gómez y Pau Francisco Torres son hoy indiscutibles, por lo mismo, porque su trabajo y esfuerzo en el campo es tremendamente beneficioso para el equipo. Bueno, y su talento incuestionable. Dos pedazos de futbolistas.

En la pared de un campo de barrio de Lima leía este verano: Si el equipo brilla, tenemos 11 estrellas. Mientras este lema sigue grabado a fuego en el vestuario del Villarreal, el club irá por la senda correcta.

Mientras, yo seguiré escuchando las opiniones del taxista. De todo se aprende, pero prefiero que las decisiones las sigan tomando Calleja y Negueroles. No hay mejor revolución que la que se gesta en silencio, se desarrolla sin violencia y se soluciona sin derramar sangre,

CUBILLISTAS Y NO CUBILLISTAS: EL DEBATE DE CASTALIA

Castalia también se ha hecho con su propio debate. Ahora fútbol que es lo que toca y lo que la afición albinegra desea. Cubillistas y no Cubillistas discrepan acerca deCubillistas si debe o no jugar el 9, cuando David es ajeno a otra cosa queno sea rendir por su camiseta albinegra.

Cubillas siempre lo da todo en el campo, unas veces con más acierto y otras con menos, pero su profesionalidad y entrega son indiscutibles. Mientras eso acontece, su salida en la segunda parte del partido contra el Olot le dio más fuerza y empuje al Castellón. Los albinegros han mejorado en posicionamiento y tienen una idea reconocible de juego, pero siguen adoleciendo de profundidad y claridad de ideas en ataque. No obstante, el equipo sigue progresando adecuadamente. Y el Castellón es cuarto. Ahora miro la clasificación hacia arriba después de un año de torticulitis de tanto agachar la cabeza. El fútbol no es tan complicado y no hace falta derrochar tanto dinero.

El Castellón vuelve a estar en la onda. En la buena, por cierto. Hasta le colocan entrenadores como Albert Celades, presuntamente ofrecidos este verano antes de ir al Valencia. Y, aunque no sea verdad como me confirman en Castalia, siempre es bueno que el Castellón esté en el candelero, que no en el candelabro. Y para bien. La afición albinegra se lo merece. Una vez más se me puso la carne de gallina viendo como empujaban al Castellón los más de 11.000 aficionados que acudieron a Castalia a presenciar un partido de Segunda B. Espectacular. PPO

‘MEDITERRÁNEO’ SE REFUERZA

No solo nuestros clubs provinciales han logrado este verano los mejores fichajes para afrontar una temporada muy dura. Mediterráneo es líder de la información gracias a la confianza que ustedes nos depositan cada día en nuestra edición impresa o al navegar en nuestra web. Su respaldo nos exige más. Esta temporada llega con fichajes de relumbrón como Pepe Beltrán, que nos dará su inteligente punto de vista, Enrique Ballester con sus geniales columnas, y Juanfran Roca, uno de los que más sabe de fútbol provincial. Y esperamos continuar sumando y mejorando. Ustedes son Mediterráneo.

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